Por MN
Plaza Victorias. Se expande la leyenda urbana de que Amanecer Dorado protege a las ancianitas de los malvados inmigrantes. Parece ser que el viejo cántico de “la gente no olvida, la gente cuelga a los fascistas” se ha olvidado. Como también parece que los miembros de Amanecer Dorado campan a sus anchas rompiendo las cabezas de todo aquel que es diferente y de forma impune.
Cuando sucede todo eso es cuando el Estado decide cerrar el centro okupado Villa Amalias. Así pues, la necesaria voz anti-fascista es silenciada. Mediante el cierre de Villa Amalias los miembros de Amanecer Dorado obtienen un pasaporte gratuito para llenar las calles del barrio con violencia.
Es completamente contradictorio que los periodistas defiendan el cierre de la okupación, aunque también es cierto que son ellos junto con los políticos quienes esconden y ocultan las acciones de Amanecer Dorado. No obstante, ¿quién convoca las marchas anti-fascistas? ¿Quiénes informan y quiénes organizan mesas de diálogo con los vecinos de los barrios? ¿Quiénes ofrecen seguridad a las minorías y a los débiles? Pues precisamente aquellos que son llamados “perroflauta” por los medios de comunicación.
Anarquía no es fanatismo como ellos proclaman a bombo y platillo en los medios. Anarquía significa mantener tu mente abierta, resistir contra cualquier tipo de violencia y fascismo. Anarquía significa informar y ser informado.
En un periodo de crisis económica y moral el Estado decide destruir este faro de resistencia que es Villa Amalias. No solamente estoy avergonzada de ser de Atenas, sino que también estoy asustada. Estoy asustada porque me imagino una ciudad sin okupaciones, sin centros sociales que promuevan el diálogo y hagan confluir a las personas en un mismo punto, que es lo que hace de un barrio un barrio propiamente dicho.
Traducción: La Colectividad