En la publicación anterior hice un repaso de las ideas de Saint Simon y de Robert Owen y su aplicación, asi como su contribución al desarrollo del pensamiento socialista, en esta segunda parte me ocupo de Charles Fourier y concluyo con una reflexión personal
Charles Fourier
Charles Fourier fue el que mejor describió su sociedad ideal, en sus obras aparece hasta el mas mínimo detalle de como organizar la sociedad además de una crítica radical a la sociedad burguesa a la que consideraba la perversión de las relaciones humanas y la causante de la infelicidad y la tensión social constante. Desenmascaró a los teóricos burgueses y puso al descubierto la miseria moral y material, fue uno de los primeros pensadores en analizar la sociedad burguesa en busca de contradicciones que permitan llegar a su superación, empleó con maestría la dialéctica, consideraba que a una etapa de ascenso de precedía una de descenso. Fourier considera a la civilización capitalista como el resultado de una represión que destruye lo mejor de la humanidad, reivindica las emociones humanas para construir una armonía pasional donde no haya lugar para el autoritarismo, no busca una emancipación de las clases oprimidas solamente, sino que aspira a la liberación de la sociedad ya que considera que hasta las clases dominantes están frustradas, en este aspecto su pensamiento en parecido al de Sigmund Freud.
La teoría de Fourier mas destacada fue la de los falansterios, esta forma de organización social se adapta a los instintos naturales en vez de reprimirlos, se basan en la idea de autosuficiencia y cooperativismo, en la combinación de trabajo manual e intelectual, de trabajo y placer, cuyo fin es satisfacer la necesidad de cambio y variedad evitando la rutina del trabajo industrial. Este aspecto también se manifestaba en la idea de familia, consideraba a la monogamia como una represión de los instintos pasionales y en su lugar proponía el amor libre. El falansterio se basaba en tres elementos: Capital, trabajo y talento, en el falansterio cada miembro podía elegir libremente la función que desempeñaría y podría alternarlas aunque la jornada laboral era extensa, la comunidad aseguraría los servicios sociales y el trabajo era obligatorio para todos, el falansterio estaría gestionado de forma mixta, los empresarios invertirían capital que se le sería devuelto sin interés, el beneficio restante sería repartido entre los trabajadores pero no de forma igualitaria, el talento sería especialmente recompensado, cuando los falansterios se extendieran internacionalmente dejaría de competir con el capital individual y la sociedad llegaría a la armonía y la libertad. Esa era la idea de transformación social de Fourier.
En la práctica las experiencias de los falansterios fracasaron, en Europa las ideas fourieristas no tuvieron gran acogida, solamente hubo dos falansterios en Francia y en España, pero en América del Norte fueron bien recibidas y alcanzaron prestigio intelectual, llegaron a haber hasta cincuenta falansterios en los Estados Unidos pero solo tres de ellos llegaron a durar mas de dos años. Fracasaron principalmente porque necesitaban una fuerte inversión inicial y los intereses de los capitalistas y las comunidades no coincidían, se formaron grupos de intereses en el seno de la colectividad, problemas logísticos y problemas económicos.
Las teorías de Charles Fourier influyeron notablemente en teóricos posteriores, las experiencias de los falansterios supusieron la puesta en práctica de los preceptos colectivistas que fueron perfeccionados por otros autores. También ejercieron influencia en las revoluciones de 1848 y en la posterior Comuna de París en 1870.
Conclusión
El socialismo utópico ejerció una gran influencia en los teóricos socialistas, algunas de las ideas eran muy adelantadas a su tiempo, pero los socialistas utópicos pecaron de ingenuos ya que no pensaban que fuera necesaria una revolución para cambiar la sociedad de entonces, esto puede ser en parte porque quedaron algo decepcionados con la Revolución francesa, sus aspiraciones eran cambiar el modelo de civilización de forma gradual y pacífica sin ni siquiera enfrentarse a la clase dominante dialécticamente, ya que algunos de los socialistas utópicos no negaron el papel de los capitalistas en la sociedad, creían que podía encontrarse una unidad de intereses entre oprimidos y opresores, también influye la confianza en la educación sobre todo en Owen que pensaba que mediante ella era posible transformar la sociedad. Esto fue duramente criticado por los teóricos marxistas y anarquistas, entre ellos Engels y Bakunin, el último centró su crítica en la ingenuidad de intentar convencer y persuadir a los explotadores, además de en el esfuerzo innecesario de diseñar por completo una sociedad de antemano, ya que en la práctica el contexto influye en el resultado y resulta imposible prever el funcionamiento de ésta, según este prisma las teorías utópicas nada aportan al cambio real de la sociedad salvo ganas de cambio, no ayudan a la emancipación de la clase obrera sino que enmascararían la opresión y alejarían al proletariado de un compromiso real con la causa revolucionaria.
No obstante muchos de estos pensadores reconocen los aportes del socialismo utópico, principalmente la necesidad de una liberación total del ser humano y no solo económica o política, también su influencia en la pedagogía libertaria, en el desarrollo de la sociología o en las teorías feministas y de género que fue la materia en la que mas avanzados estaban. Los socialistas utópicos no estuvieron a la altura de las circunstancias cuando se produjeron las revoluciones de 1848 y sus ideas no calaron de forma mayoritaria en la sociedad pero supusieron un antes y un después en la historia del pensamiento socialista.
Bibliografía
– F. Engels, Del socialismo utópico al socialismo científico (1892)
– Saint Simon, El nuevo cristianismo (1825)
– Charles Fourier, El falansterio (1830)
– Félix García Moriyón, Del socialismo utópico al anarquismo (2009)
– Eduard Thompson, La formación de la clase obrera en Inglaterra (1963)
– Robert Owen, Nueva visión de sociedad (1814)