Durante los últimos años de Mao se inició una pugna por el control del Partido Comunista, el sector conservador estaba caracterizado por “La Banda de los cuatro” que abogaban por el mantenimiento y la profundización del régimen maoísta, en la facción opuesta destacaban Deng Xiaoping y Zhou Enlai que abogaban por una modernización basada en el desarrollo económico.
Tras la muerte de Mao, la facción reformista tomó el control del Estado chino, en 1978 se puso en marcha una nueva política económica, Deng Xiaoping estaba interesado en en convertir la economía del pais hacia un sistema de libre mercado, mantuvo contacto con Milton Friedman que le aconsejaba imitar el modelo de Hong Kong que estaba caracterizado por los bajos impuestos, la mínima intervención estatal y el libre comercio, también ejerció influencia la administración de James Carter (Presidente de los EEUU) con la que Deng mantuvo buenas relaciones.
La definición de libertad de Milton Friedman[1] se adaptaba al proyecto chino, la intención del Partido Comunista era liberalizar la economía sin perder el control político para garantizar que el Estado fuera desmantelado beneficiando a los burócratas que adquirirían los activos mas rentables, la idea de la “transición” era que los mismos que controlaban el Estado socialista lo siguieran controlando en el capitalista.
El proceso reformista (Gaige Kaifeng)
El proyecto estuvo caracterizado por el pragmatismo, mantuvo un discurso socialista buscando la compatibilidad con el marxismo-leninismo para conferirle legitimidad, según el Partido Comunista la situación de China requería una etapa de capitalismo plenamente desarrollado para asegurar la construcción del socialismo bajo unas bases fuertes basadas en la fuerza productiva. Deng declaró que el socialismo no consiste en compartir la pobreza y que al igual que en el capitalismo hay planificación estatal, en el socialismo puede haber mercado[2]. El cambio no fue sencillo ya que era necesario terminar con el monopolio estatal y establecer líneas divisorias entre el Estado, el Partido y el Mercado.
La reforma de la política económica siguió dos objetivos principales, interno y externo. El primero consistió en una descentralización económica mediante la introducción de importantes cambios económicos e institucionales, el segundo tuvo dos aspectos principales, dirigir la producción a la exportación hacia el mercado internacional y abrir mercados a capitales extranjeros, la estrategia consistía en aprovechar la enorme fuerza de trabajo del pueblo chino para atraer a inversores extranjeros que implementaría métodos modernos de producción y gestión.
En 1978 Deng Xiaoping anunció las “cuatro modernizaciones” que consistían en un conjunto de medidas liberalizadoras en la agricultura, la industria, el ejército y la innovación. Se empezó por lo mas sencillo, la reforma agraria suprimió las colectividades y la comunas, se permitió la explotación individual y familiar, pero la titularidad la mantuvo el Estado que actuaba en el papel de arrendatario, los campesinos vendían una parte de la cosecha al Estado a precios reducidos y resto podían venderla en el mercado según la ley de oferta y demanda. Esta medida provocó que los campesinos se convirtieran en empresarios, pero solo una parte de ellos, los menos afortunados tuvieron que emigrar a buscar trabajo en el sector industrial.
A mitad de los ochenta comenzó la reforma industrial, hasta entonces el sector estaba formado por empresas estatales que seguían los planes de la planificación central, los beneficios iban dirigidos al Estado. El proceso se dirigió a varios objetivos, reducir la intervención del Estado, otorgar autonomía a las empresas e introducir los mecanismos de regulación de mercados. Se llevaron a cabo privatizaciones, se crearon los Municipios y Ciudades Empresariales que eran de propiedad de gobiernos locales pero funcionaban como empresas privadas y se aplicó a las empresas estatales un modelo parecido al agrícola dirigido a aumentar la responsabilidad de los administradores, en 1987 se implementó el sistema de responsabilidad por contratos que permitía a los administradores disponer de los beneficios para asignarlos a lo que consideraran oportuno. La siguiente medida fue el establecimiento de un sistema de precios duales y la adaptación a la ley de la oferta y la demanda, esto provocó una gran corrupción y mas adelante se volvió al sistema anterior de precios fijados por la administración pero con una subida considerable.
Para llevar a cabo este proceso, China abandonó la tradicional autarquía basada en el sector agrario y comenzó la apertura exterior en el sector comercial y financiero con la llamada “política de puertas abiertas” que buscaba principalmente atraer inversores extranjeros que modernizaran la infraestructura industrial y fomentar las exportaciones de productos manufacturados para obtener la entrada de divisas extranjeras para sufragar los costes de las importaciones y financiar la deuda externa. En 1980 se crearon las llamadas Zonas Económicas Especiales (ZEE) que consistían en unas áreas dentro del territorio chino con una legislación económica mas liberal que el resto, siguiendo el modelo de Hong Kong tal como le propuso Milton Friedman a Deng, estas zonas sirvieron de laboratorio económico para evaluar las consecuencias de las políticas económicas liberales antes de extenderlas a todo el país. Las empresas chinas y extranjeras situadas en las ZEE actuaban con una gran libertad y recibían numerosos incentivos como exenciones fiscales y facilidades administrativas, las ZEE experimentaron un gran crecimiento y se fueron extendiendo por diversas zonas. Las consecuencias de la reforma industrial fue que la abundante mano de obra proveniente del éxodo rural fue contratada por las empresas privatizadas con unas condiciones precarias, además la liberalización de los precios provocó una gran inflación, también se llevó a cabo una reforma laboral que provocó oleadas de despidos.
Otro de los aspectos clave del proyecto fue la reforma fiscal, hasta mediados de los ochenta todas las empresas otorgaban sus beneficios al Estado de forma que no había un política fiscal como tal, la necesidad de esta surgió a medida que avanzaban las reformas en los otros sectores ya que las empresas estatales tenían una mayor autonomía y aparecía empresas privadas financiadas por el capital extranjero. En 1984 se llevó a cabo la primera reforma fiscal en la que se introdujeron los impuestos sobre el beneficio, combinándose con el sistema de responsabilidad por contratos, pero resultó insuficiente y en 1994 el gobierno introdujo una nueva reforma fiscal, consistió en la primera legislación tributaria orientada a la economía de mercado, derogó el sistema de responsabilidad por contratos y estableció un sistema de impuestos.
Continúa en la segunda parte donde trataré la respuesta del pueblo chino al proceso reformista
[1] “Las libertades políticas son secundarias o, incluso innecesarias en comparación con la libertad del comercio sin restricciones” Milton Friedman
[2] Deng Xiaoping, We can develop a market economy under socialism