Tras tanto tiempo yendo a rebufo de los trapicheos de los Illuminati, dimos con la solución de cómo derrocarlos: declarando la conspiranoia sobre los Illuminati como ciencia ficción. Si bien los Illuminati existieron en la historia, concretamente en la época de expansión de la Ilustración, terminaron disolviéndose pese a que los teóricos de la conspiración digan que pasaron a la clandestinidad.
El texto que hoy recomiendo trata precisamente de refutar las teorías Illuminati, de cómo unas teorías conservadoras y elaboradas por la clase dominante para intentar explicar los grandes movimientos de masas, al no entender que pudiesen llegar a tales magnitudes de movilización contra la misma clase dominante, puedan no tener algún líder que los guíe, y que hoy en día se ha asimilado por ciertos sectores de la clase explotada para tratar de explicar su propia opresión. Aunque es aplicado a la coyuntura estadounidense, pienso que es igualmente un buen aporte.
La actual teoría Illuminati se sienta en las siguientes bases: la existencia histórica y documentada de los Illuminati bávaros y la francmasonería, el antisemitismo y el anticristo. Sin embargo, los análisis de la realidad social que ofrece la teoría Illuminati no deja lugar a la aplicación del método científico al haberse construido como una teoría inmutable, donde no deja lugar a sucesos casuales en la historia aludiendo a que todo está controlado por los mismos de siempre: los todopoderosos Illuminati. Esto a la vez tira por la borda toda la historia social documentada hasta hoy. Además, dichas teorías son elitistas al considerar al resto de la población una gran masa uniforme de esclavos manipulados y dominados por un reducido y conocido grupo que supuestamente controla todo el sistema, lo que conlleva también una simplificación de la realidad social y la negación de las relaciones de poder entre las clases sociales. Debido a la explicación errónea de la realidad social y al mostrar al enemigo tan lejos del alcance de la población, a quien considera un rebaño de ovejas, se muestran inoperantes y desmovilizadoras, no permiten una articulación de respuestas sociales inmediatas y el empoderamiento del pueblo. Por lo tanto, se podría decir que dichas teorías son conservadoras.
La diferencia entre la conspiranoia Illuminati y el análisis materialista es que los primeros se centran únicamente en la personificación del dominio, ignorando que la explotación de una clase sobre otra la otra -que de ello se deriva la acumulación de capital en manos privadas, y por tanto, da como consecuencia el dominio de una clase sobre otra- es la base en la que se sustenta el capitalismo y que debemos acabar con esta relación de explotación para poder acabar con la opresión. Como bien expone una frase en el texto, “Las teorías solo mueven a la gente a actuar cuando ofrecen explicaciones certeras a situaciones que viven y ofrecen vías viables de acción para cambiarlas. Las teorías conspirativas no ofrecen ninguna.”, os dejo que disfrutéis con la lectura y a deshacernos de esas ideas reaccionarias y desmovilizadoras: