Acción directa y desobediencia civil: diferencias

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Publicaba la otra semana un artículo sobre acción directa (que podéis leer de nuevo haciendo click aquí). En aquel texto presentaba las ideas básicas de la acción directa, así como ésta se relaciona directamente con el anarquismo. De pasada mencionaba que acción directa y desobediencia civil no son exactamente la misma cosa, lo que generó cierta reacción en algunes lectores. En este artículo pretendo explorar de mejor manera las diferencias entre estos dos elementos. [1]

Tomemos de nuevo el ejemplo que puse en el texto sobre acción directa. [2] Supongamos ahora que la función social que cumple la discoteca (es decir, la función de proporcionar diversión musical y un espacio para relacionarse con otras personas) es considerada como necesaria por el barrio. Ante esta situación les vecines pueden optar por un sinfín de acciones. Supongamos que deciden bloquear por la noche la entrada de la discoteca. Hasta aquí estaríamos ante un ejemplo de desobediencia civil en tanto que se está desobedeciendo la ley impuesta (bloquear la entrada a un establecimiento “correctamente” regulado). Sin embargo, el problema del ruido sigue presente.

Así pues, imaginemos que les vecines deciden no solamente bloquear la entrada, pero también cortar el suministro de electricidad de la discoteca (de esta forma el ruido cesa). Una vez más, teniendo en cuenta lo que hemos dicho de “la función social de la discoteca”, estamos ante un ejemplo de desobediencia civil. ¿Por qué? Porque no se está supliendo la función social del establecimiento ahora bloqueado y “cortado” de la red eléctrica. No hay ruido, es cierto. Pero tampoco hay un espacio óptimo en el que divertirse, escuchar música, y relacionarse con otras personas.

Como se puede derivar del ejemplo anterior, la desobediencia civil simplemente desacata la normativa de la Administración (por la razón que sea), pero no cuestiona la autoridad legal y moral del Ayuntamiento y de la policía. La acción directa que proponemos les anarquistas es muy diferente: no solamente queremos bloquear y “cortar” a la ruidosa discoteca, sino que también proponemos suministrar (por nuestra propia cuenta) la misma función social que proporcionaba el establecimiento. Entonces, ¿qué sería acción directa? Siguiendo con el mismo ejemplo, acción directa sería bloquear la discoteca, “cortar” la música, y abrir una nueva discoteca que no haga ruido y cumpla solidariamente con las necesidades del barrio. Así de sencillo.

Me vais a permitir ahora un poco de disertación teórica para ahondar un poco más en la cuestión. Como hemos dicho, la desobediencia civil no cuestiona la autoridad del Ayuntamiento o del Estado. La desobediencia civil se limita a señalar y mostrar que cierto grupo de personas no está conforme con la legalidad vigente. No obstante, se deriva que este grupo de personas está a la espera de que la Administración predisponga de nuevas leyes que satisfagan las expectativas de dicho grupo movilizado.

Por otro lado, la acción directa planteada por el anarquismo no solamente señala las injusticias de la legalidad vigente, sino que además incita a las personas a vivir sus vidas como si no existiera ningún aparato estatal o administrativo que impongan leyes y normas de comportamiento. La acción directa nos hace ser libres, o mejor dicho, nos hace vivir nuestras vidas como si fuéramos libres. Si necesitamos un colegio público en nuestro barrio, la acción directa propone abrir uno (para satisfacer las funciones que proporciona un centro escolar) por nuestra cuenta. La desobediencia civil propondría bloquear el Ayuntamiento o acciones similares. La diferencia es más que clara: la desobediencia civil depende de la autoridad y poder de la Administración, mientras que la acción directa niega todo poder y autoridad vertical.

En conclusión, la desobediencia civil no llevará a las personas más allá de la reforma del sistema imperante. La acción directa, por su parte, no solamente bloquea el funcionamiento del sistema vigente, sino que además propone un marco de acción más libertador, pues se basa en la concepción del ser humano como un ente libre y creador de su propia realidad, sin necesidad de Administración, Estado, policía, o representantes. Lo que queremos, lo creamos nosotres mismes.

Notas

[1] Convendría mencionar que la diferencia entre acción directa y desobediencia civil va más allá de los debates teóricos. Es decir, ésta también es una cuestión práctica.

[2] Recordemos de manera rápida: en un barrio encontramos una discoteca con todos los permisos del ayuntamiento. No obstante, los niveles de ruido son insoportables (por mucho que la Administración diga que el nivel de decibelios cumple con la normativa). Ante esto, les vecines deciden cerrar la discoteca por la fuerza.

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