Metamos el dedo en la llaga un rato, que siempre viene bien. O mejor dicho, como parece que no existe consciencia sobre tal llaga vamos a crearla con este texto para luego meter el dedo bien hasta el fondo más holgadamente. Empecemos con unos gráficos.
Como os habréis dado cuenta, estos gráficos reflejan la cotización en bolsa de las acciones de Twitter y Facebook (en el caso de Twitter en NYSE y en el de Facebook en NASDAQ). Los gráficos muestran el precio de las acciones y el volumen de éstas para los períodos de tiempo observados. Lo que me interesa señalar no es lo bien o mal que estas dos compañías lo hacen en bolsa, ni el volumen de acciones que mueven, ni la fluctuación de los precios. Me interesa que veáis adónde van vuestros tweets y vuestros posts en Facebook por muy “activistas” que sean. Ahí van, al NASDAQ y al NYSE. Sigamos con los numeritos, que siempre tienen algo que decir. Los ingresos de Twitter crecieron un 116% desde el último cuarto de 2012 hasta el cierre del ejercicio de 2013. Los ingresos netos de Twitter en el último cuarto de 2013 fueron de 9,77 millones de dólares estadounidenses. Las ganancias provenientes de su publicidad en Internet incrementaron en un 121% en el año 2013 en comparación con el 2012. El 75% de estas ganancias vinieron por el uso de teléfonos móviles.[1] Aquí no se acaban los numeritos de Twitter. Os preguntaréis cómo siendo el servicio de Twitter gratis pueden generar este volumen de dinero. Bien, la publicidad, como ya hemos visto, es una gran fuente de ingresos. Otra fuente importante, y mucho más perturbadora, es la venta de la información que dejáis en Twitter cada vez que usáis su servicio. En los primeros tres cuartos de 2013 Twitter se embolsó 422 millones de dólares. En el primer semestre del mismo año la compañía se metió al bolsillo 221 millones provenientes de la publicidad, y otros 32 millones a base de vender la información de la gente que usa Twitter. En otras palabras, 8 de cada 10 dólares que Twitter ganó en 2013 provenían de publicidad y la venta de datos. [2]
Facebook también maneja una cantidad enorme de dinero siendo su servicio gratuito. En el segundo cuarto de 2013 la empresa reportó ganancias en valor de 1,81 billones de dólares, y unos 1,15 billones de usuaries actives al mes (que se dice pronto). Como pasa con Twitter, Facebook se embolsó mucho dinero mediante la publicidad y la información de les usuaries. 88% de lo que ganaron en ese segundo cuarto de 2013 vino de la publicidad.[3] Todo esto es posible gracias a la desorbitada cantidad de gente que usa Facebook. Al cierre del ejercicio de 2013, Facebook anunció que había ganado un 16% más de usuaries respecto al 2012, haciendo así 1,23 billones de usuaries actives por mes, y unas 945 millones de personas usaban Facebook en el teléfono (otra gran fuente de ingresos).[4] Más datos: en Facebook se publicitan 1 millón de empresas, lo que hizo que la empresa ganara en 2013 un total de 7,87 billones de dólares (creciendo un 55% en comparación al 2012). Un 53% de todo ese dinero vino por la publicidad en los móviles.[5]
Supongo que a muches no os sorprenderán estas cifras, pues es de sobra conocido que tanto Twitter como Facebook son dos grandes compañías capitalistas que se meten al bolsillo cifras astronómicas. Sin embargo, personas que se dicen anti-capitalistas siguen usando sus servicios para eso tan “hip” y posmoderno que se ha venido a llamar “ciber-activismo.” La incoherencia salta a la vista: el uso de Twitter y Facebook, aunque con fines anti-capitalistas, alimenta a la máquina que ya no es máquina sino monstruo. ¿A qué esperas para Twittear esto? ¿O prefieres darle al “Like”?
Más problemas
El uso de Twitter y Facebook conlleva más problemas si cabe. No solamente se alimenta a dos grandes compañías capitalistas, sino que les usuaries exponen sus datos personales a gobiernos y empresas. Dichos datos pueden ser usados para explotar económicamente a la población, para crear nuevas campañas manipuladoras para algún producto nuevo, o simple y llanamente para espiar y ejercer control social. Estados y gobiernos lo tienen fácil con Twitter y Facebook, quienes ante una orden judicial tienen que facilitar datos, conversaciones, fotos, etcétera. Te haces llamar ciber-activista, anti-capitalista, o lo que más te guste, pero sigues exponiendo tu vida y tus actividades ante hordas de gente que no conoces y, más peligrosamente, a la policía que ya circula, de sobra, por Internet. Otro gran problema serían las dinámicas que generan las redes sociales, las cuales vienen siendo estudiadas desde la sociología, la psicología, y la antropología de manera bastante extensa. Creciente narcisismo, egocentrismo, fijación con objetos y símbolos, reproducción de mecanismos capitalistas… la lista es larga.
Alternativas
Existen varias alternativas a Facebook y Twitter, algunas de ellas capitalistas pero minoritarias (así que desembocaría en la misma crítica), y otras anti-capitalistas, libres, o abiertas. No obstante, las redes sociales, desde mi punto de vista, solamente son útiles para la difusión a “desenganchades” (o típique ciber-activista que no se levanta del ordenador). Seguramente coincidas conmigo en que si una persona se mueve en algún grupo o milita en algún movimiento se entera de las cosas por el boca a boca, por reuniones, o por medios que implican una interacción real cara-a-cara. No obstante, Facebook y Twitter también pueden ser útiles para difundir con urgencia convocatorias de última hora. Pero volvemos a lo mismo: con su uso alimentamos el monstruo que queremos destruir. Además, ¿qué le pasó al email que ahora todo el mundo lo odia? Las cadenas de email siguen siendo útiles, y hoy por hoy si usas redes sociales en el móvil también puedes leer el correo. No hay excusa. Claro, que si lo que importa de Facebook y Twitter es el añadido del morbo, el narcisismo de las “selfies”, o la obsesión por aumentar el número de “followers”, entonces no tengo nada que decir.