La necesidad de un movimiento anarquista amplio y unificado ha generado numerosas cuestiones en torno a cómo se constituiría. La idea de la síntesis consiste en aunar todas las corrientes anarquistas en una sola organización, en la cual se incluyen las tres principales tendencias de aquellos tiempos: la sindicalista, la comunista libertaria y la individualista. No obstante, desde el grupo de Anarquistas Rusos en el Extranjero, constituido por anarquistas ucranianos exiliados en París, han criticado esta propuesta de unión. Además de no tomar en cuenta otras corrientes más allá de las tres mencionadas, hace un breve análisis teórico de estas tres corrientes más extendidas. Entre el sindicalismo y el comunismo realmente no hay conflicto ya que muchos comunistas libertarios participan en el sindicalismo. El problema, según este grupo, es la discrepancia insalvable entre comunismo e individualismo. Declaran que en el comunismo libertario es el mejor modelo para el desarrollo de las facultades individuales y creen innecesario reivindicarlo. A la vez, critica los vicios liberales de ciertos individualistas como Tucker.
A pesar de todo, no se muestran contrarios a los esfuerzos por construir una praxis anarquista organizada.
El problema de la organización y la noción de síntesis
Como complemento, el texto precedente vendría a ser una crítica a la noción de síntesis elaborada por el anarquista ruso Volin, el cual sí expresa la compatibilidad entre estas tres corrientes: la sindicalista como método de acción revolucionaria, la comunista como finalidad y la individualista como la emancipación total del individuo. La síntesis de Volin parte de la disgregación entre anarquistas de diferentes ramas, en las cuales hicieron de la diversidad una división profunda en que cada corriente se pinta como “la verdadera”. Es por ello que Volin trata de conciliarlas a través de la unión bajo un programa común o una misma base teórica.