Víctor T.P. – Colectivo Brumario
Más textos de este colectivo pueden leerse en https://colectivobrumario.wordpress.com/
A principios de 2013 un grupo de estudiantes de la facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la UCM decidimos involucrarnos en la construcción de una herramienta que fuese capaz de evitar la expulsión de nuestras compañeras de la universidad por no poder hacer frente a los pagos de la matrícula, desorbitados ya incluso para la lastimera socialdemocracia. Las autoridades universitarias, plenamente informadas de la existencia de este problema, no solo mantuvieron una descarada inactividad en la línea de la solución del problema, sino que, actuando de forma consecuente con su condición de cargos políticos, tomaron una posición enfrentada a la nuestra al ejecutar en última instancia las expulsiones de nuestras compañeras.
Así, consideramos necesario dotarnos de herramientas capaces de vincularse a la materialidad y de conseguir victorias reales o, al menos, frenar realmente los ataques a los que nos veíamos sometidas. Asimismo, esta debería ser una especie de nodo que aunase la lucha estudiantil para, partiendo de esas victorias materiales, pasar al ataque. Así concebimos la Mutualidad de Estudiantes. Como un instrumento al servicio de las estudiantes y en las que estas participasen haciendo de las redes de solidaridad más que una mera enunciación, volviéndolas reales.
De esta manera, el eje central en torno al que se movía toda la estrategia era precisamente algo tan material y tangible como un fondo económico financiado por las aportaciones de las participantes en el proyecto. Se vio necesario establecer un sistema de cuotas por la simple razón de que si ese fondo no estaba bien nutrido, la Mutualidad perdía pie. La idea no era otra que, con ese fondo, responder a las necesidades económicas de las compañeras haciendo frente a los pagos que estas no pudieran efectuar. Por la misma naturaleza de la idea, entendíamos que no podía ser algo abarcado solo por un grupo, sino que si queríamos tener algo útil, debía tener cierto carácter de amplitud o, si se quiere, masividad. De hecho, solo así, al menos de la forma en la que estaba planteada la idea, hubiésemos podido hacer frente a la subida de tasas que posteriormente dinamitó el proyecto, siéndonos imposible abarcar la magnitud de los pagos.
Como es intrínseco a una iniciativa de este tipo, veíamos que existía un riesgo importante de que este cayese en el asistencialismo hacia personas que acudiesen a resolver su problema y se marchasen una vez se hubiese solucionado. No obstante, y aún sin tener muy claro de qué manera evitar esto, decidimos que era un riesgo que bien valía la pena correr. Para minimizar este pretendimos trasladar el espíritu de la lucha por la vivienda y otros ejemplos en los que las redes de resistencia y solidaridad toman protagonismo. Consideramos que en estos casos se había conseguido reducir los casos de asistencialismo al mínimo posible, logrando implicar en mayor o menor medida a las afectadas y proyectando esa energía nacida de la solidaridad hacia otros casos o problemáticas, convirtiendo lo que hasta entonces eran casos individuales en organización o movimiento, entendiendo estos en un sentido amplio.
Como se ha mencionado brevemente más arriba, este era también el objetivo de la Mutualidad. Observando que el movimiento estudiantil, el que participábamos, se encontraba sumido en una continua derrota que no parecía tener visos de revertirse haciendo lo mismo una y otra vez y sin capacidad para conseguir victorias concretas, pensamos que era sobre estas últimas sobre las que debíamos centrarnos. No quisiera que esto se entendiese como si un grupo elevado por razón divina mirase desde arriba lo que hacían el resto de sus compañeras y lo juzgase erróneo. Quienes trabajamos en esta iniciativa también participamos en las asambleas estudiantiles y en muchos casos fuimos partícipes de sus errores. La razón de separar la Mutualidad de la Asamblea radica en que pensamos que la primera necesitaba de una dedicación que no podía ser asumida por la asamblea sin ralentizar su funcionamiento o asumir un importante giro estratégico que no estábamos seguras de que esta fuese a aceptar.
Algo que consideramos reseñable es que las primeras asambleas abiertas que tuvimos atrajeron especialmente a compañeras que no ubicaríamos en el perfil de típica activista o que, desde luego, no participaban en la Asamblea de facultad. Esto parecería confirmar lo que dijimos unas líneas atrás de que en la Asamblea operaba otro tipo de estrategia, distinto a lo que se quería plantear desde la Mutualidad. Entendemos esto como debido a que una, la Mutualidad, y otra, la Asamblea, toman el problema del acceso a la universidad desde perspectivas distintas, partiendo la primera de la más estricta realidad material, y la otra, de disquisiciones sobre la naturaleza de lo público, consignas de abajo los recortes y cierta premilitancia de futuros cargos políticos. Dejando a un lado el tono sarcástico o caricaturesco, lo que queremos decir es que la lucha estudiantil durante estos últimos años y en un sentido amplio rara vez ha conseguido vincular a gente más allá de los círculos activistas debido a sus escasos resultados, producto, a su vez, de una observación maximalista de la realidad que dejaba a un lado nuestra cotidianidad y, consecuentemente, nuestro mayor potencial.
Este texto quiere rescatar brevemente una experiencia también de muy corta existencia, que no consiguió sus objetivos al no conseguir vincular la gente necesaria, no poder hacer frente a la subida de tasas o un conjunto de estos y otros factores que se nos escapen. Sin embargo, pese a su aparente fracaso, creemos que este es, al menos, el camino que debieran recorrer las próximas iniciativas en el campo universitario, o fuera de él, donde parece que sí están teniendo mejores frutos. Hacer efectivas la resistencia y la solidaridad, pasar a la ofensiva, transformar la realidad.
Si alguien quiere echarle un vistazo a la página de Facebook de la mutualidad, es esta https://www.facebook.com/MutualidadDeEstudiantes?fref=ts