Los resultados electorales les ha beneficiado al PP, que ganó más de diez escaños con respecto al 20D. El sorpasso al PSOE por parte de Unidos Podemos finalmente no se hizo realidad, solo consiguieron arañar dos escaños más mientras que PSOE pierde cinco. Ahora a por las palomitas a ver qué circo montan… Aunque no deberíamos, pues no deberíamos caer en la política pasiva del “a ver qué hacen los otros”. Sí, nos gustaría llevar las 5 de la PAH al congreso, las derogaciones de la Ley Mordaza, la LOMCE, la reforma laboral y muchas cosas más, pero eso ni con una mayoría de izquierdas se conseguiría a no ser que exista un fuerte movimiento popular que marque agenda en las movilizaciones y en los frentes de lucha. Y al parecer, tendremos otro gobierno del PP con el beneplácito del PSOE y C’s por 4 años más, así que más razones para pensar en la construcción del poder popular, propuesta ya desde unos años atrás y donde tocará movilizar.
Podríamos decir que Podemos ha servido para desplazar el centro de los debates políticos hacia la izquierda, que el PP siga siendo el más votado pese a los escándalos de corrupción, el llevar monjas y ancianas a las urnas y la fuga de capitales hacia Suiza y Panamá, que si abstencionistas, que si tal… pero echar las culpas a otros por no poder acabar con el bipartidismo es inútil. Estos años de elecciones se terminaron, el ciclo de movilizaciones del 15M también, pero aún nos quedaríamos con la PAH, las redes de economía social, algunos sindicatos y asambleas de barrio. Por mi parte, asumo que vamos a tener otros 4 años más de gobierno del PP y que éstos harán lo que les diga Europa de nuevo: más ajustes y recortes. Ahora, lo único que nos queda es construir una alternativa política fuera de las instituciones, que de nuevo ilusione y atraiga a la clase trabajadora, que hable de soberanía popular y articule un movimiento popular amplio. Pienso que ésto es la clave y que lo que queramos hacer gire en torno a esta cuestión como tema central en nuestros debates, más allá de los tópicos de siempre que quedan en discusiones abstractas.
Sin más, tenemos que mirar hacia cómo abrir un nuevo ciclo de luchas escribiendo las hojas de ruta y estrategias que nos permitan una escalada de movilizaciones y la configuración de un proyecto político socialista libertario, democrático, de soberanía popular, comunista libertario (o como se le quiera llamar). No es tarea fácil, pero a la vista de que tendremos que enfrentarnos a, posiblemente, una nueva ola de recortes y a una extrema derecha que está en auge en Europa y llegará tarde o temprano a España, si no somos capaces de construir una alternativa política desde la llamada izquierda revolucionaria y en concreto del anarquismo, se nos comerán con patatas. ¿Y cómo tiramos adelante? He aquí unas propuestas escritas antes del 20D.