Breve repaso histórico a la creación del estado de Israel.

Por T.Mora
13 min. de lectura

Tras la reactivación del conflicto armado en palestina hace unos meses, el mundo entero ha girado la cabeza, aunque sea por un momento, hacía este territorio ubicado en oriente próximo. Queremos aprovechar este interés por el conflicto, desatado por la escalada de la represión que lleva ejerciendo Israel desde hace tres cuartos de siglo, para hacer un breve repaso a la historia de este conflicto. La intención de este artículo no es otra que la de aportar un pequeño cronograma histórico, centrándonos principalmente en la situación previa a la creación del estado de Israel, ya que es aquí donde, en cierta medida, se asientan las bases del Israel actual. A lo largo del artículo podremos ver como muchas tácticas empleadas por Israel en la actualidad no son más que la continuación de los que se empleaban a principios del siglo pasado, como la burguesía sionista actúa en favor de sus propios intereses, de igual manera ,que lo hacía durante la Alemania Nazi. 

Palestina bajo el mandato británico.

Tras la primera guerra mundial ,y los acuerdos de Sykes-Picot,  los países aliados se reparten lo que anteriormente había sido el Imperio Otomano, de esta manera Gran Bretaña , en contra de anteriores pactos tanto con árabes como judíos, se instaura como potencia colonial en lo que actualmente sería Irak, Jordania, Palestina e Israel. 

El estado británico ya había promovido la creación de un estado judío en Palestina ,en 1917, en plena guerra mundial, el gobierno británico firma la declaración de Balfour. En esta declaración se defiende la creación de un “hogar nacional judío”, buscando generar una convivencia entre la población previamente asentada y la población judía. Es, en cierta medida, por esta declaración, que las naciones unidas le entregan a Gran Bretaña este territorio. 

El mandato británico busca desarrollar un estado en el cual pudieran convivir la población palestina y la nueva inmigración sionista. A raíz de esto, se empieza a fraguar una fuerte tensión entre las fuerzas británicas, las organizaciones sionistas y las palestinas. En este contexto se crean varias organizaciones paramilitares sionistas, como Haganah y, posteriormente Irgúno Leji.

Es en este contexto cuando ,en 1936 estallan las revueltas árabes, tras el aumento de la llegada de colonos sionistas a Palestina. Estos colonos empezaron a crear asentamientos y a comprar las tierras agrícolas en las cuales trabajaba población palestina, desplazando a estos y provocando una empeoramiento en sus condiciones de vida. Esto ayudó a ir generando una brecha económica entre colonos y palestinos. 

El estallido se alarga durante varios años,  reavivándose con distintos niveles de intensidad, hasta que en 1939 y después de una amplia y cruenta represión por parte de colonos sionistas y el ejército  británico, consiguen acabar con la revuelta. 

En 1939 , el gobierno británico publica el libro blanco de MacDonald, el cuál es rechazado por ambas partes, sionistas y palestinos. En él se detallan los planes británicos para con la colonia. Se decide abandonar la idea de dos estados y se busca la creación de un único gobierno en el cuál participen judíos y árabes, buscando respetar las proporciones demográficas. Por otro lado se defiende la limitación a la inmigración judía y el fin de la compra de terrenos por parte de las entidades judías. Estas medidas generan que Haganah ,y el resto de grupos, empiecen a llevar a cabo acciones contra el gobierno británico, ya que entienden que estás medidas, por un lado, les aleja de la constitución de un estado propio, y por otro, les restringe la táctica colonial fundamental del sionismo hasta el momento, como era la compra de tierras y el paulatino desplazamiento de la población local.

La ideología sionista y su auge.

El sionismo empieza a fraguarse al final de XIX como respuesta al crecimiento del antisemitismo que se da principalmente en Europa. Frente a estos ataques y el auge de la ideología nacionalista en el continente, se desarrolla la idea de que el pueblo judío es un sujeto nacional, se empiezan a fraguar organizaciones y publicaciones en la línea de la creación de unidad entre miembros de un pueblo ,el cuál ,estaba disperso  por medio mundo. En esta época se empiezan a desarrollar proyectos de inmigración judía hacia Jerusalén , la cuál ,recordamos, estaba bajo dominio del mandato británico, con el objetivo de ir desarrollando la colonización de esta tierra mediante la creación de asentamientos , con el fin último de crear el estado-nación judío. 

El auge de las organizaciones sionistas en Alemania, llega, en gran medida, con la instauración del III Reich. El partido Nazi, y en especial las SS, ven en la burguesía sionista el perfecto aliado. En este periodo se da una colaboración muy activa entre ambas corrientes, y en 1933 se da el acuerdo Haavara. 

En este, se decide facilitar la inmigración de la población judía en Alemania hacia Palestina beneficiándose económicamente, ya que, a parte de establecer acuerdos comerciales con empresas judías en Palestina,  las personas que salieron del país de esta manera se vieron en la obligación de vender sus propiedades a miembros del régimen alemán a cambio de bienes producidos en alemania que se exportaban a Palestina. En el marco de este acuerdo, se da apoyo militar a haganah por parte del III Reich , en forma de entrenamiento militar a sus fuerzas, para que estas pudieran desarrollar con mayor eficacia sus acciones tanto contra palestinos como británicos.

Es importante resaltar  esta colaboración .En la literatura sionista, haganah, es reconocido como la organización precursora a las fuerzas de seguridad israelies. Esta colaboración nos permite entender declaraciones como las de Netanyahu ante el congreso sionista mundial , donde defiende que hitler no quería exterminar a los judíos, si no que fueron los lideres palestinos quienes les incitarón a hacerlo. La burguesía sionista fue complice del holocausto, eran los comites sionistas quines controlaban los guettos y quienes decidían quienes eran deportados, fue la burguesía sionista quienes desarrollaron relaciones comerciales con el régimen alemán. En definitiva la burguesía sionista no tuvo ningún problema en ignorar las amplias críticas provenientes de la comunidad judía y colaborar con sus ejecutores, con tal de poder reforzar sus planes de colonización en Palestina, además de ,en muchos casos, sacar un reedito económico por ello .  

Fin del mandato británico

Tras el fin de las revueltas árabes y la promulgación del libro blanco la tensión entre las organizaciones sionistas y el mandato británico aumentan y se empieza a agudizar el conflicto armado entre el mandato británico y distintas organizaciones terroristas de corte sionista, como fueron Irgún y Leji .

Empezó un periodo en el cuál el terrorismo sionista no se limitó a atacar a la población palestina sino que se lanzaron numerosas campañas centradas en atacar y boicotear elementos claves de la administración británica así como a militares, policías y altos cargos británicos. Las actividades de Irgún y Leji pasaron por altibajos, hasta que, en el 46, se produce el atentado contra el hotel rey David en Jerusalem. Este hotel era la sede del cuartel general británico y del gobierno civil del mandato, Irgún coloca varios explosivos en el sótano del edificio los cuales llegan a volar las siete plantas del mismo dejando 91 muertos y una gran cantidad de heridos. Este atentado,  junto con todo el desgaste sufrido por la constante violencia que se vivía en la región, aumentó el hartazgo del gobierno británico, el cuál se veía en la necesidad de destinar amplios contingentes militares a un territorio el cuál ya no era nada rentable mantener. Por lo que  se empieza a promover la idea entre la política británica y la opinión pública de la necesaria salida de Gran Bretaña del territorio. 

En el año 1948 la ONU aprueba un resolución en la cuál se expone que Gran Bretaña debía abandonar Palestina y se proponía la creación de dos estados. Uno árabe y otro judío, siendo Jerusalem un territorio administrado por la ONU. El judío sería de aproximadamente el 55% del territorio del mandato , pese a representar únicamente poco más del 30% de la población total. Esta resolución fue ampliamente apoyada por la mayoría de las organizaciones judías, aunque hubo excepciones, como Irgún, mientras que la población palestina se opuso a esta de forma considerablemente unánime. 

Nakba.

A las pocas horas de que Gran Bretaña retirará lo que restaba de su personal desplegado en Palestina, el 14 de mayo de 1948, en Teal Aviv, el gobierno provisional declara la independencia de Israel . 

Comienza con esto la Nakba, el exilio de la población palestina huyendo de las fuerzas sionistas. Se estima que tres cuartas partes de la población palestina se vio obligada a abandonar sus casas en el 48. Tras esto las fuerzas israelíes arrasaban las aldeas  ,buscando borrar cualquier resto árabe en el nuevo estado, para posteriormente expropiarlas y entregarles  la tierra a los nuevos colonos.

Al día siguiente  las fuerzas de la liga árabe declaran la guerra a Israel, comenzando así una guerra que duraría más de un año. Israel convirtió a Haganah en la base de su nuevo ejército, dando paso a la creación de las IDF, el resto de grupos armados fueron paulatinamente integrados en estas, así como veteranos judíos de la Segunda Guerra Mundial. Israel acabaría saliendo reforzada del conflicto, consiguiendo mantener el territorio previo a la guerra y anexionando entorno a un 25% más de territorio con respecto al asignado en la resolución previa de las naciones unidas. 

Tras la guerra la ONU reconoció de los refugiados palestinos a poder volver a sus tierras (ahora bajo control israelí), teniendo que devolver Israel las propiedades confiscadas durante el Nakba a los exiliados o su descendencia. Israel, siguiendo su política de colonización, se negó, provocando que el exilio palestino nunca pudiera regresar a su tierra, y obligando a la población que permaneció en el territorio a vivir múltiples desplazamientos aún hasta día de hoy. 

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Por T.Mora
Militante Anarquista de Madrid. ¡Arriba las que luchan!