«Las que guardan», teatro alternativo de nuestras memorias

Contra todo erial de la derrota.

Por reglib
2 min. de lectura

Dirección: Nerea Lebrero. Autoría: Alba Quintas. Duración: 70 minutos.

Veo, veo… ¿qué ves? Un pequeño hilo, ¿y qué hilito es? Es el hilo de la historia, es el hilo basado en memorias colectivas de la Guerra Civil española y la posguerra inmediata. En «las que guardan», tres actrices se meten en el papel de seis mujeres reales a través de sus propios testimonios de resistencias ante la miseria y la opresión. Una puesta en escena basada en la narrativa de los silencios, o de lo transmitido muy bajito, casi imperceptible, entre las líneas de canciones para después de una guerra. 

Fueron mujeres que soportaron represiones que les vinieron por su condición de pobres, es decir, obreras o campesinas; muchas de ellas, hijas directas de la derrota en 1939. Nietas y madres de la violencia de un fascismo victorioso e implacable. «Las que guardan» es una escenografía que atesora silencios, hambres, dolores, heridas del alma y resistencias cotidianas. Un guion implacable que se escribe a través de chuscos de pan que cruzaban los barrotes de prisiones atestadas, de campos yermos de semillas y repletos de minas en las afueras de Madrid, o de miradas cómplices en las maltrechas calles que fueron bombardeadas cada noche durante casi tres largos años.

La lección que nos deja es que construirse en la derrota no siembra esperanzas; pero a veces es necesario sobrevivir en los muros oscuros donde solo nace la hiedra. Las derrotas no pueden durar toda la historia, ni toda una generación, ni siquiera toda una vida. Contra las derrotas hay que organizarse; y recordar sus historias es un excelente motivo para continuar la lucha. 

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