Alfon, Alfonso Fernández, lleva mes y medio en prisión bajo el régimen FIES 5 (Ficheros internos de especial seguimiento). Es el único detenido de la pasada huelga general, el 14 de noviembre, que permanece encarcelado. A pesar de que no se cumplen los requisitos legales que justifican la prisión preventiva, el juez la ha ratificado hace un par de días, lo que su defensa califica como un aberración jurídica. Es importante notar que el FIES es el régimen más restrictivo que permite la legislación española y que incluso llegó a ser ilegalizado por el Tribunal Supremo: las comunicaciones se intervienen y se restringen, se controlan y anotan todas las actividades diarias de la persona presa, los registros son constantes… Xosé Tarrío lo definió como la carcel dentro de la propia carcel. En definitiva, la situación de Alfon se trata de una actuación ejemplarizante destinada a infundir el miedo entre quienes tenemos razones más que suficientes para ir a la huelga.
Existe un blog de apoyo a Alfon frente a este montaje policial: http://alfonlibertad.wordpress.com En él pueden encontrarse las convocatorias de la jornada internacional de apoyo a Alfon.
Reproducimos a continuación la entrevista realizada por Público a Erlantz Ibarrondo, abogado encargado de la defensa de Alfon. Tras la misma, puede encontrarse otra entrevista a Elena, madre de Alfon.
Entrevista a la defensa de Alfon
La jueza que lleva el caso estaba pendiente de tomar una decisión sobre el futuro de Alfon justo antes de las Navidades. ¿La ha tomado ya?
Sí, resolvió el día 21 pero nos la han notificado hoy mismo [por este miércoles 26]. Y ha vuelto a denegar la libertad y mantiene la prisión preventiva.
¿Cuáles son sus razones?
El régimen penitenciario de ‘Alfon’ implica una tortura psicológica
No lo argumenta para evitar redundar en los que se mantenían hasta ahora. Además, insiste en que hay riesgo de fuga basándose en la entidad de los delitos. Es decir, en su opinión, la gravedad que pueden conllevar los delitos es tan amplia que prevé ese riesgo de fuga. No tiene en cuenta, por tanto, los argumentos que le hemos planteado: Que no hay riesgo de fuga porque hay arraigo social, familiar y laboral.
En definitiva, ¿cuál es la situación concreta en la que se encuentra Alfon en este momento?
Está en prisión preventiva, y a la espera de que el juzgado dé a conocer un informe policial que puede que decante de una manera u otra su situación. Llevamos tres semanas esperando a ese informe policial.
Lo que viene a decir el Ministerio del Interior es que cuando fue detenido, estaba listo para cometer un atentado.
Puede que sea eso lo que diga el ministerio pero yo, desde el punto de vista jurídico, me baso en lo que existe dentro de la instrucción de procedimiento. Y lo único que dice esa instrucción es que fue localizado a ciento y pico metros de su casa, un policía dijo que llevaba una bolsa y Alfonso dijo que no. Y a partir de ahí se registró su domicilio, el de su novia, y la sede de la peña Los Bucaneros.
¿Él forma parte de esa peña?
En la instrucción no hay absolutamente nada que acredite que pertenece a esa peña de fútbol. Es más, me consta que no hay un registro público de socios. La pregunta que se hace la familia es: ¿cómo es posible que se le asocie con la peña cuando no hay ninguna lista en la que figure su nombre? Y su conclusión es que ha podido haber un seguimiento anterior.
¿Tiene alguna relación con algún grupo radical o violento, como se ha dicho desde la Policía?
Lo que yo sé es que en la instrucción, en el procedimiento judicial, que es en lo que se pueden determinar los jueces para ver si una cosa es cierta o no es cierta no hay absolutamente nada, ni una sola prueba de que pertenezca a ningún grupo. Ese futuro informe igual dice algo al respecto, pero no lo conocemos y por tanto estamos sin armas. No tenemos ninguna capacidad de defensa al respecto. Se le decía que pertenecía a algún grupo pero es que en la instrucción no hay nada que vincule a Alfonso a ningún grupo, salvo una manifestación de la Policía que dice que pertenece a tal grupo. Ahí está la duda de la familia. ¿Cómo sabe que pertenece a un grupo? ¿Se hacen seguimientos parajudiciales o parapoliciales sin cobertura judicial a personas por permanecer o no a una ideología?
¿Considera, como se ha dicho, que Alfon es un “cabeza de turco”, como sostiene su familia? ¿Qué puede haber detrás?
Lo que puedo hacer es suscribirme al procedimiento. Y dentro de los argumentos jurídicos no encuentro nada que le vincule a nada excepto una declaración de la Policía que afirma que pertenece a ese grupo, a Bucaneros. Y tampoco creo que pertenecer a Bucaneros sea ilegal. Es una peña de fútbol pública.
¿Qué implica la situación del régimen FIES en el que se encuentra en prisión?
Implica una situación de tortura psicológica. Su régimen es distinto al resto de los internos porque no se puede comunicar libremente con su familia, no puede recibir cartas, no puede introducir algún tipo de libro en la prisión, cada vez que entra o sale al patio le preguntan qué ha hecho, le pueden cambiar de módulo etcétera. Todo esto mina la capacidad de resistencia de cualquiera.
¿Cómo se justifica esta situación?
No tiene ningún tipo de justificación. La primera aberración jurídica ha sido meterlo en la cárcel argumentando un delito que crea alarma social, cuando la Ley de Enjuiciamiento Criminal no prevé ese motivo como entre los que justifican que se pueda mantener a alguien en prisión preventiva. Y la segunda es que se incluya a esta persona en el régimen FIES 5 cuando no cumple ninguno de los requisitos establecidos en la instrucción 11/2012.
¿Cuáles son esos requisitos?
Habla de personas que tengan un historial penitenciario violento, pero Alfonso no ha estado nunca en prisión; que pertenezca a grupos islamistas, que no es así; que sea una persona condenada por la Corte Penal Internacional, que no lo está; que haya ayudado a organizar grupos terroristas, que tampoco es así; o que haya cometido un delito grave de los que crea alarma social. Pero este último ni siquiera se le puede aplicar porque habla de un delito cometido, y esta persona no ha sido juzgada. Es un preso preventivo y no se le puede adscribir ese precepto. También se habla de personas que integren una organización terrorista, que no es el caso.
¿Puede tener alguna relación con el informe policial del que hablaba?
No sé es si la institución penitenciaria se ha regido por lo que le ha dicho el juzgado en la instrucción, o por otra fuente. Si alguien ha llamado y les ha dicho que pertenece a tal sitio. En todo caso, si es así nosotros no tenemos capacidad de defensa. Es cierto que lo que me tiene un poco soliviantado es ese informe policial del que se habla en el auto de mantenimiento de la prisión. Parece que es un ente que está por encima del juzgado y que parece decantar de una manera u otra la actuación del juez. Pero como no está dentro del procedimiento no tenemos la capacidad de defensa.
Entrevista a Elena, madre de Alfon
¿Cómo fue la detención de tu hijo?
El día de la huelga general íbamos a salir en familia de piquete. Sobre las siete de la mañana, Alfon y su novia se levantaron y fueron a recoger en coche a mi cuñado para luego venir a por mi marido y a por mí. Como tardaban, yo bajé a la calle, les llamé pero no me cogían el teléfono. Entonces recibí una llamada de la policía en la que me dijeron que mi hijo estaba detenido. Aluciné. Se había ido hace sólo un rato. Después el abogado me llamó y me dijo que estaban los dos detenidos. Previamente les había apuntado el número de teléfono de un abogado en el brazo, con un bolígrafo.
En la detención, les pararon tres policías secretas y les pidieron la identificación. En ese momento, apareció a pie una tercera persona a la que también le pidieron que se identificara pero, en lugar de eso, tiró una bolsa y salió corriendo. La policía cogió la bolsa, miró lo que había dentro y espetó a mi hijo y a su novia: “O nos decís quién es esa persona o este paquete os lo vais a comer nosotros”. Ellos, que sólo lo conocían de vista porque vive en el barrio, respondieron que no sabían quién era, así que se los llevaron detenidos.
¿Y la situación una vez detenido?
Aquella misma tarde, el día 14, no le tomaron declaración porque tenían que hacer diligencias, en concreto un registro de nuestra casa, la de la novia y del local de Bukaneros [una peña del Rayo Vallecano, al que Alfonso es muy aficionado]. En los calabozos, ellos no estuvieron con el resto. Los aislaron, y fueron sometidos a interrogatorios extrajudiciales cada dos horas ante agentes con la cara tapada. La presión fue horrible, soportaron amenazas contra ellos, y contra sus familiares y amigos. Tanto mi hijo como su novia tienen claro que no deben declarar nada hasta estar en presencia de su abogado, así que, como veían que no conseguían lo que querían de ellos, ordenaron el registro domiciliario. Por lo visto, Alfonso, debido a la presión a la que fue sometido, llegó a desmayarse y tuvo que venir un Samur a atenderle.
¿Cómo viviste el registro policial?
Fue muy desagradable. Se llevaron ordenadores y móviles, porque no había otra cosa que llevarse. Lo que más me ha impactado han sido los cinco policías con la cara tapada registrando mi casa y diciéndonos a mí y a mi marido que si confesamos mi hijo va a quedar libre. Mi marido les dijo que no había nada que confesar, que le explicaran qué se suponía que tenía que decir. Yo les pedí que se quitaran el pasamontañas. “Somos gente de izquierda, está claro, no lo ocultamos”, les dije. “Aquí veis la bandera republicana y la de la educación pública, pero no somos terroristas”.
Y a Alfonso lo meten en prisión preventiva…
Se lo vuelven a llevar, y hasta el siguiente día a las siete de la tarde no dejan que el abogado le tome declaración. Yo estaba en la comisaría de Moratalaz esperando y, cuando vi la entrada de furgones policiales con las decenas de detenidos a lo largo de la jornada de huelga, me asusté. Pensé que estaba pasando algo grave.
A Alfonso y su novia los dejaron para el final. Cuando les toman declaración, la juez de guardia ve que la versión de los policías no estaba muy clara. En ese momento reciben una llamada, echan al letrado y, cuando vuelve a entrar, el juez dicta prisión preventiva para Alfonso. En el auto pone que es por “alarma social”, pero yo supongo que es por su vinculación a Bukaneros. A la novia la dejan libre, aún está pendiente de juicio, con cargos.
El abogado se queja, alega que el supuesto de alarma social no está tipificado desde 2003, y que no existía riesgo de fuga, ni nada que justificara la prisión preventiva. Por eso, el letrado denuncia que es un error judicial, por lo que consigue que le asignen un nuevo juzgado de instrucción, con una nueva juez.
Tras la aceptación del recurso, cambian lo de alarma social y le achacan posible pertenencia a banda organizada. Están fabricando un terrorista y una banda. Necesitan tener eso en un barrio como el nuestro, en Vallecas, para justificar la represión.
Por tanto, ¿pensáis que se trata de un montaje?
Sí. Cuando fuimos a la cárcel de Soto del Real, Alfonso me dijo: “Mamá, quédate tranquila, yo no no llevaba nada ni he hecho nada. Soy un cabeza de turco”. Mucha gente está llegando a esa conclusión. Además, somos gente conocida en el barrio de toda la vida. Éste es un barrio luchador, hemos salido en poco tiempo de las chabolas al desarrollo comunitario que tenemos, la gente está muy movilizada.
A la semana de estar detenido, a Alfonso le aplican un FIES…
Si ya es bastante duro tener a un hijo entre cristales, tenerlo preso, imagina que encima le aplican un FIES. De repente dejó de llamar por teléfono. La primera semana llamaba todos los días y a mí me quedaba, al menos, ese alivio, el de escucharle. FIES 5 tiene restringidas las comunicaciones, tanto por teléfono como por carta. A la prisión llegan una decena de cartas diarias de amigos y familiares, pero a él sólo le entregan dos por semana, después de revisar el contenido de dichas cartas.
La decisión de enviarlo a FIES se hace sin orden judicial. La decisión es de la institución penitenciaria, no es orden de la juez. En este sentido estamos tranquilo, ya que el FIES es ilegal, se puede recurrir. Cuando se recurre siempre se gana, pero ahora estamos pendientes de otras cosas porque si te pones tonto las cosas pueden salir peor.
¿Qué organizaciones sociales están dando apoyo a Alfonso?
La movilización está siendo muy grande. La semana pasada se han hecho varias concentraciones y una manifestación, en la que llegó a haber cerca de 2.000 personas. El domingo unas 300 nos concentramos en Lavapiés en medio de un desproporcionado despliegue policial. Se trata de eso, de llevar mucha policía para crear miedo, que la gente no salga, que no le lleguen multas, que no se les fiche.
Además, se ha creado una plataforma por la libertad de Alfonso, formada por una gran cantidad de asociaciones vecinales, partidos políticos, organizaciones… que tiene reuniones de cerca de 40 personas.
En cuanto a partidos políticos más grandes, Izquierda Unida nos ha dado apoyo a nivel local y de la Comunidad, porque nos conocen de toda la vida. Se han comprometido a hablar con la delegada del Gobierno, Cristina Cifuentes, y con el director de la prisión. En cuanto a PSOE, he tirado de contactos pero no me responden. Es algo que me duele, porque he sido militante del PSOE durante diez años. Supongo que han llamado a la policía y se han creído su versión más que la nuestra.
Pero, sobre todo, yo lo que quiero sabes es por qué no se han hecho eco los medios de comunicación. Es el único que está en prisión preventiva tras la huelga general en toda Europa. ¿Por qué tampoco se han hecho eco las grandes centrales sindicales? Es algo que duele mucho.
Me entran ganas de, en la cita que me ha conseguido IU con la delegada, decirle, como madre: “¿Tienes hijos, Cifuentes? Te voy a explicar lo que nos estás haciendo a muchas madres. ¿Cómo lo llevarías tú si le hicieran eso a tu hijo?”. Están llegando a un punto de represión enorme. Mi madre, que era militante del partido comunista, me dijo hace unos días: “Esto está peor ahora que a finales de los 70. No os dais cuenta. Nosotros estábamos mal, pero lo que están haciendo ahora es peor”.
Se te está viendo estos días al frente de las manifestaciones por la libertad de tu hijo. ¿Vas a seguir llevando el conflicto a la calle?
Les estáis quitando todo: el derecho al trabajo, a la vivienda, a la salud, y encima los deteneis, los apaleais, les decís que son criminales, terroristas. […] No vamos a permitirlo.
Sí, por supuesto. Duele mucho lo que está pasando. Los Bukaneros, cuando sacan pancartas en el campo de futbol, ponen mensajes políticos. Se solidarizan con palestina, critican a Cristina Cifuentes, llaman a la huelga general… Hay veces que les pregunto, de broma, si se han enterado de algo del partido entre tanto sacar pancartas.
Las autoridades llevan mucho tiempo criminalizando a las asociaciones de fútbol. A las de izquierda, porque las otras no tienen problema. Bukaneros es una plataforma que usan los jóvenes para reaccionar contra lo que no están de acuerdo. Por eso son criminales. Si Valle-Inclán levantara la cabeza, se volvería a la tumba porque esto es esperpéntico. Tenemos que convertir en criminales a gente que no lo es.
Hemos formado un grupo de madres en el barrio contra la represión. Estamos hasta las narices de que multen a nuestros hijos, de que los encarcelen, de que los persigan. Son hijos de trabajadores, les hemos dado lo necesario para su salud, su alimentación, su afecto, nos ha costado mucho sacarlos adelante. En la manifestación de la semana pasada íbamos dos filas de madres del barrio. En el grupo somos unas treinta. Ya nos han llamado, incluso, desde las madres de la Plaza de Mayo, en Argentina, para solidarizarse con nosotros. Estoy poniéndome en contacto con más barrios. Hay muchas familias que están breadas a multas.
Es indignante. Les estáis quitando todo: el derecho al trabajo, a la vivienda, a la salud, y encima los deteneis, los apaleais, les decís que son criminales, terroristas. Nos ha costado mucho trabajo criarlos. No vamos a permitirlo. Ni aunque me encarcelen a un hijo voy a tener miedo.
Hemos decidido que las madres de los chavales del barrio que han sufrido represión seremos las primeras que avancemos en las manifestaciones, para que la policía no cargue. En mi caso, soy una persona acostumbrada a la militancia, pero una mujer a la que le coja este problema desprevenida, sin haber estado nunca en una situación similar, es que se muere.
¿Cómo se encuentra Alfonso en estos momentos?
Pues hablo con él por teléfono un par de veces a la semanas. Sólo le dejan unos minutos. Ahora le voy notando la tristeza, que antes no se le notaba tanto. Lleva ya muchos días en prisión, pero es un chaval fuerte que sabe lo que le está pasando. Le hemos transmitido que está recibiendo mucho apoyo, tanto a nivel social como económico y político. Yo no he soltado ni un euro y el abogado ya está pagado. Alfonso tiene 21 años, está aislado de sus seres queridos, de su novia… es lógico que esté triste.
Esto es muy desproporcionado. Puedes entender una detención, un calabozo, pero que te metan en prisión y encima en régimen FIES es demasiado. Ya lo decía yo ayer, enfadada: Están fabricando un terrorista y una banda.