El capitalismo, en su afán desarrollista, no duda en llevar adelante las mayores agresiones al territorio. En este caso, la Xunta de Galiza, al dictado del capital lanza su nuevo slógan: Galiza es una mina. Por contra, múltiples campañas desde los más diferentes ámbitos, coinciden en su rechazo al plan de la Xunta, que pretende legalizar las minas en situación irregular y facilitar la apertura de otras en espacios protegidos. En concreto, la campaña ¡Que no arrasen Galicia! Paremos la megaminería contaminante ha recogido ya más de 200.000 firmas.
Algunas de las consecuencias de esta minería a cielo abierto serían:
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Alteración del terreno: Alterar la morfología del terreno implica la destrucción irreversible de muchos acuíferos y desplazamiento de cursos de agua, además de dejar al descubierto yacimientos con grandes cantidades de materiales tóxicos.
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Contaminación del aire con polvo residual y otros elementos nocivos originados a lo largo del proceso.
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Contaminación del agua: Las aguas contaminadas, fruto del contacto entre los cursos de agua y los tóxicos presentes en la mina, se filtran y en ocasiones llegan a las fuentes naturale de abastecimiento, afectando a todo el agua.
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Contaminación del suelo: El retiro de grandes masas de terreno para abrir la mina deriva en un proceso de erosión antinatural y constante que suele afectar también al área periférica esterilizando el suelo cercano con vertidos “accidentales”, además de causar destrucción de acuíferos.
Minería a cielo abierto en Corcoesto
La multinacional Edgewater pretende abrir una mina de oro a cielo abierto en la parroquia de Corcoesto (A Coruña). Corcoesto sería un banco de pruebas para explotar la veta aurífera que va desde Malpica hasta Tui. Para extraer el oro sería necesario reventar la roca con megadetonaciones que machacarán toneladas de piedra (liberando grandes cantidades de arsénico) y someterlas después a un proceso químico con productos como el cianuro de sodio, altamente contaminante.
Además de oro el filón también aloja arsenopirita, por lo que las detonaciones también liberarían arsénico. La explotación de la vieja mina ya da lugar a altas concentraciones de este tóxico en el río Anllóns, según estudios de la Universidade de Vigo y el Instituto de Investigacións Mariñas del CSIC. Se trata de un problema directamente relacionado con la minería y conocido como drenaje ácido.
ContraMINAcción
El pasado 2 de junio, la plataforma ContraMINAcción, que agrupa a diferentes colectivos, convocó una manifestación bajo el lema: “Galicia no es una mina. Defiende la tierra, defiende la vida”. Esta convocatoria reunió a más de 12.000 personas en Santiago de Compostela. Las críticas se han hecho extensivas a la política minera del Gobierno de la Xunta de Galicia, que pretende destruir el territorio priorizando sus intereses personales y políticos y beneficiando a las grandes multinacionales.
Xosé Manuel Beiras, portavoz de Alternativa Galega en el parlamento, se ha manifestado a favor de que la sociedad tome la vía de la acción directa y ocupe el terreno mediante acampadas en las zonas donde se pretenden llevar a cabo estos proyectos mineros.
El chantaje del paro y el empleo
Una vez más la excusa del trabajo se utiliza para justificar la destrucción del medio, aprovechándose de manera sangrante de la situación de crisis y la desesperación de millones de parados. Desde diversos medios se habla de más de 250 solicitudes de empresas nacionales y extranjeras que darán empleo a los gallegos. En palabras de una afectada de O Galiñeiro en El País «Trabajo de enterradores, cavando la fosa del futuro de nuestros hijos».
Fuentes:
Sobre la minería a cielo abierto en Galiza.
Entrevista al secretario ejecutivo de la Asociación para a Defensa Ecolóxica de Galiza (ADEGA)
Plataforma pola defensa de Corcoesto e Bergantiños
Miles de gallegos protestan en Santiago contra los megaproyectos mineros