[Recomendación] Sweatshop

Por Protorm
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La industria textil y de la moda es una de las que más dinero mueven en todo el mundo, y es un sector pionero en desarrollar las prácticas más salvajes del capitalismo y la globalización. Como ejemplos podemos nombrar la producción en maquilas, sin derechos laborales, empleando a niñas; o la contaminación de ríos (y la consiguiente destrucción de ecosistemas) como consecuencia del vertido de tintas utilizadas en la producción de ropa.

Un informe del Centre for Research on Multinational Corporations (organización independiente holandesa)  y el India Committee of the Netherlands (una ONG del mismo país) nos advierte de las prácticas “esclavistas” de algunos de los gigantes mundiales de la moda.  Entre otras marcas, citan a Tommy Hilfiger, Timberland, H&M, Marks&Spencer, Diesel, Gap, C&A, El Corte Inglés, Cortefiel, Inditex (propietaria entre otras de las tiendas Zara). Además, la ICN impulsa una campaña llamada Clean Clothes (Ropa limpia) contra la explotación vinculada al comercio textil.

Sobre Inditex, multinacional de origen gallego, hay que decir que aparece repetidamente en los medios por ser la primera de dicho sector en facturación y cuenta con tiendas en cerca de 90 países. Esta empresa es un ejemplo de todas las prácticas de explotación capitalista: Condenada en más de una ocasión por vulnerar el derecho de huelga de sus trabajadores del primer mundo, también fabricó ropa en el taller que se derrumbó en 2013 dejando más de 200 muertos.

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Sweatshop es un documental noruego en 5 partes sobre las miserias de la industria textil. Tres jóvenes (Annika, Ludvig y Frida) van a Camboya a descubrir cómo se produce la ropa que utilizan a diario. En formato reality, los protagonistas viven las condiciones de vida y trabajo de las trabajadoras textiles camboyanas. Unas condiciones que provocan diariamente pérdidas de conocimiento en el puesto de trabajo. Este documental es una oportunidad de sacar a la luz estas prácticas que hinchan los beneficios de unos pocos.

El documental fue realizado por el diario noruego Aftenposten, aunque la idea surgió de la ONG noruega Fremtiden i våre henner (“El futuro en nuestras manos”). El diario prohibió a los jóvenes hablar públicamente sobre lo vivido y, sobre todo, nombrar marcas concretas. Sin embargo, una de ellas, Anniken Jorgensen, decidió señalar a H&M a través de su blog, animando al boikot a la marca. Desde entonces la multinacional ha denunciado al periódico Aftenposten por, según afirman, no reflejar la realidad del compromiso de H&M en la industria textil en Camboya.

Según denuncian el estudio Shop ’til they drop el salario mínimo para los trabajadores del textil en Camboya ronda los 80 dólares, una cantidad por debajo de lo aconsejable para vivir con garantías básicas de salud y alimentación. Los contratos suelen ser temporales y se van renovando de forma reiterada a lo largo del tiempo para evitar que los trabajadores se afilien a sindicatos (no son renovados si se asocian a colectivos relacionados con la defensa de los derechos laborales).

Sweatshop nos lleva a preguntarnos sobre nuestro fondo de armario y sobre el consumo exagerado de ropa barata para usar y tirar. Un consumo que realizamos al son de esas “modas” que nos piden renovar el armario cada temporada y que es el que permite la explotación a la que someten a millones de personas, animales y ecosistemas en todo el mundo.

Aquí puedes ver Sweatshop en castellano.

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