Por fin, después de más de 4 meses de sufrimiento, de intereses geopolíticos de la OTAN y EEUU con la complicidad de Turquía, después de que Kobanê se haya encontrado sola contra el monstruo de ISIS y donde parecía factible la caída de Kobanê cuando entraron en la ciudad. Después de durísimos enfrentamientos, numerosas bajas y muertes que dejaron mártires en las filas de las YPG e YPJ, después de sus contraofensivas las cuales consiguieron liberar con esfuerzo y perseverancia poco a poco más terreno, después de que finalmente EEUU haya decidido mandarles apoyo ante la presión internacional y las movilizaciones en solidaridad por todo el mundo, después del apoyo de algunas fuerzas del Ejército Libre Sirio (ELS), de la entrada de los Pershmerga; hoy por fin podremos celebrar una gran victoria, lograda a través del pueblo en armas. Un pueblo con una larga historia de luchas detrás y que, tras la puesta en práctica del confederalismo democrático, profundizaron en la revolución social y conquistar la autonomía democrática.
En el siguiente mapa vemos que a día 25 de enero ISIS prácticamente desapareció de Kobanê y según fuentes posteriores de las propias milicias, Kobanê ya ha sido liberada de la presencia del ISIS:
No obstante, esta victoria no significa el final de la historia. Tras la guerra, gran parte de la ciudad está en ruinas a consecuencia de los intensos combates que se vivieron, lo cual, les tocarán una ardua tarea de reconstrucción. Por otro lado, el escenario político será distinto: las alianzas tácticas que hicieron las YPG e YPJ con otras fuerzas político-militares como el ELS y los Pershmergas podrían hacer que el régimen de Barzani del Kurdistán iraquí (alineado con las potencias occidentales y en cierta medida en conflicto con el modelo confederalista democrático de Rojava) aumente su presencia en Rojava, así como podrían cambiar las relaciones entre Al-Assad y el PYD por la participación en este escenario del ELS. A esto hay que sumarle si EEUU exigirá algo a cambio por la ayuda que ha otorgado a las milicias kurdas o meterá sus narices en el proyecto de autonomía democrática de Rojava Cabría destacar también que este triunfo tampoco significaría el fin de ISIS, y mucho menos el del yihadismo. Los terroristas del Estado Islámico seguirán siendo una amenaza mientras sigan llegando a sus filas más militantes y sigan teniendo más suministros y municiones.
A pesar de todo, esta victoria es una gran inyección de moral y anima al resto de pueblos del mundo a continuar la lucha por la emancipación social. Además es una gran lección que corrobora que la guerra y la revolución se han de hacer a la vez y que este mismo pueblo ha de ser el actor político.