La industria sanitarias actual hay que entenderla como entramado económico sectorial en que tan importante para nuestro bienestar son los hospitales como las aseguradoras que dan acceso a los servicios, mutuas, clínicas que suplen carencias, farmacias que suministran el material o servicios sociales que evitan el deterioro de nuestra calidad de vida. Pero tan importante es la industria farmacéutica como las Universidades o los medios de comunicación, que forman el imaginario social sobre los Servicios de Salud, nuestra percepción y grado de satisfacción.
Tal hecho no pasa desapercibido para los capitalistas que aprovechan cualquier resquicio de debilidad de su propio sistema para obtener beneficio personal, a costa de lo que sea, incluida nuestra salud. Con el tiempo vemos claras las estrategias empleadas, pero también las formas de corregirlas.
Estrategia empresariales: obtención de liquidez para emplearla en Fondos de inversión
La sanidad privada se frota las manos cada vez que en una parte del territorio se hace una concesión de un Servicio. Cabe destacar las 256 empresas privadas en Madrid. De entre todas resaltamos a Capio, Quirón, Mapfre, Adeslas, Sánitas, Cruz Roja, Orden de San Juan de Dios como algunas de las más poderosas. Estas empresas son las que dominan el mercado privado. El Lobby sanitario en España se agrupa en Sedisa, una asociación de 900 directivos de la industria sanitaria que ponen dinero para comprar legisladores y controlar las concesiones.
Aquí una relación de empresas sanitarias en el Estado Español: http://empresite.eleconomista.es/Actividad/SANIDAD-PRIVADA/.
No solo la industria sanitaria, representada por sus infames buques insignia están interesados en la privatización de la Sanidad, también la infame industria de los Seguros, organizados en su no menos infame lobby Adecose. No solo se pretende la privatización del sistema sanitario, sino también el de las pensiones públicas para que pasen a manos privadas, potenciar los seguros y seguir la fiesta de los mercados por medio de los fondos de inversión. Es una cadena en la que éstos últimos son los verdaderos interesados. Los cambios son graduales, pero evidentemente decididos. Entre los operadores en españa encotramos pesos pesados como AXA, Allianze, Atlantis, Reale, Mapfre, o los capos nacionales como Mutua Madrileña, Mútua Catalana, Patria Hispana o Pelayo.
Estrategia Mediática: Profesores, científicos y periodistas en nómina
El siguiente artículo muestra cómo la industria sanitaria usa todos los medios posibles para hacerse con los servicios sanitarios de los distintos países. Es inquietante la relación que mantiene con sociedades científicas y medios de comunicación, siempre dispuestos a publicar estudios a la carta que beneficien a sus mecenas. Profesores, científicos, periodistas, políticos y consejeros son parte del aparato propagandístico.
El envejecimiento de la población no disparará los costes sanitarios- CAS
A la inversa de lo que pregona el discurso difundido estos últimos años desde diversas tribunas, el envejecimiento de la población no conllevará un aumento exponencial de gastos sanitarios, mantiene el Instituto de Investigación y de Informaciones Socioeconómicas (IRIS) en un reciente estudio, cuyos autores afirman que el “catastrofismo” discursivo es una estrategia al servicio de la privatización.
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El “auxilio” de la privada
El IRIS habla de un incremento anual de gastos de apenas 1,28 % asociado al envejecimiento — situación “perfectamente sostenible”, precisa Hébert. “El discurso alarmista prepara el terreno de la privatización masiva. Cuando el Estado se declara incapaz de asumir la oferta de servicios sanitarios, la gente se dice que habrá que pedir socorro a la privada.”
El estudio concluye que “el riesgo mayor en materia de envejecimiento es la ideología neoliberal que informa la casi totalidad de las reformas estatales y la implementación de políticas públicas.”
Fuentes: http://iris-recherche.qc.ca/publications/vieillissement vía Coordinadora Anti-privatización de la Sanidad Pública de Madrid
Por suerte el pensamiento único y la propaganda ubicua se ven compensados por los medios alternativos y contrainformativos que cada vez tienen más aceptación en la sociedad. Se necesitan demasiadas mentiras demasiado evidentes para mantener el sistema.
Estrategia política: puertas giratorias
También resulta curioso comprobar cómo un servicio público necesario, no electivo, es cedido a las compañías privadas por el doble o triple del precio.
Tal pérdida de capital público solo se explica por la retroalimentación entre el poder político y los intereses privados; realizan acuerdos en la sombra, usurpando el control de estas maniobras a los representantes públicos (partidos de la oposición, organizaciones sindicales y profesionales). Hay, en estas prácticas, flagrantes conflictos de interés y un uso abusivo y vergonzante de las puertas giratorias.
Algunos personajes (Lamela, Güemes, Rocío Mosquera, Antonio Burgueño) han alcanzado notoriedad por practicar con habilidad el “revolving door”. El daño que provocan estas actuaciones -a la sociedad, al sistema sanitario y a sus trabajadores, a nuestra salud y a nuestros descendientes-, es inconmensurable. Estas prácticas fraudulentas esquivan el control social y la supervisión de los organismos públicos y de la justicia. Pero se convierten en hechos consumados que, en algunos casos, serán difícilmente reversibles. Diario digital Nueva Tribuna
Recuperación de la Sanidad universal: Estrategias Sociales en la Sanidad
Problemas actuales:
Someramente caben destacar problemas generales derivadas de nuestras necesidades. El principal objetivo sería es el mantenimiento de los servicios y asegurar su funcionalidad futura.
– La principal amenaza es la falta de presupuestos y las deudas contraídas.
– La actual gestión semiprivada se muestra deficitaria y encarece el servicio a más del doble con respecto a la gestión totálmente pública, por lo que en el actual escenario de inestabilidad económica pone en peligro la viabilidad a medio plazo de los servicios.
Soluciones parciales:
La solución de los distintos gobiernos, tanto centrales como regionales, en su acervo neoliberal, es privatizar de servicios y la concertación, lo cual encarece aún más el gasto por paciente, convirtiendo el sistema en insostenible. La solución es aún peor que el mantenimiento del sistema actual.
Una solución rápida sería la internalización de los servicios privatizados, lo cual haría disminuir el precio del servicio por paciente a prácticamente la mitad.
Otra solución a medio plazo sería replantear la estrategia general de los servicios sanitarios, actualmente con una medicina dominada por la Industria Farmacéutica y centrada en las causas biológicas. Habría que replantear los conceptos de Salud-Enfermedad y el abordaje de las causas psico sociales. Aquí ya comenzarían los problemas y resistencia de las oligarquías al incidir en el orden y sistema imperante.
Pero todo esto mantendría los problemas estructurales actuales: despilfarro y escasez, duplicidades, burocratización, desvío de fondos, nepotismo o incompatibilidades que llevan a la sanidad a ser un producto al servicio de los poderes económicos y políticos, lleno de parásitos y al borde de la ineficiencia y no un servicio público.
Solución final: desvincular el beneficio económico del beneficio social
Para que la sanidad sea sostenible y eficiente necesitamos desvincular el beneficio económico del beneficios social. Esto no se podría hacer mediante un modelo estatal o privatizado.
El modelo actual es insostenible. Pero no solo para la sanidad, sino para cualquier servicio público. Es un modelo empresarial de gestión que potencia el beneficio en términos económicos escudándose en índices de salud marcados por los agentes sociales. Pero estos agentes también se mueven en los mismos términos empresariales, por lo que los objetivos mercantiles se trasportan a los servicios públicos en los mismos términos.
Mientras el modelo actual, empresarial y politizado continúe se seguirán reproduciendo las deficiencias, conflictos de intereses que llevan a la sanidad a ser uno de los principales problemas presupuestarios del país.
Se necesita un cambio de modelo: los empresarios y políticos son incapaces de satisfacer nuestras necesidades sanitarias. Necesitamos unos servicios gestionados y controlados por empleados y usuarios y no por empresarios, técnicos o políticos con intereses personales en aprovecharse de su posición de privilegio para sacar ventaja como vemos hoy en día.
El método sería organizar servicios gestionados por las comunidades de forma horizontal. Lo cual requeriría:
– Formas de gestión específicas, superando el modelo empresarial, ya no solo en los centros sanitarios, sino en barrios, distritos, ayuntamientos y regiones.
– Revisión de la cartera de servicios
– Reordenar el organigrama basado en unidades de gestión y comisiones y no en cargos directivos.
– Revisión de las competencias de los cargos: electos o rotativos, revocables y despolitizados, sin cargos de confianza.
– Revisión de los conciertos con otras instituciones
Cambio de modelo: Unidades de Gestión Independientes y Asambleas de Distrito
El cambio de modelo ya se ha realizado otras veces, por lo que sabemos que es posible y ha funcionado. La clave y el problema reside en conseguir apartar al poder político del económico.
Para conseguir el control, sostenibilidad y el suministro racional del bien social vital se propuso la autogestión económica, plasmada en los planes de la CNT, que incide en la gestión de los medios de producción orientados en la demanda, y no en la oferta. El modelo es bien simple: los trabajadores organizados en unidades de trabajo independientes, autogestionados, coordinados y federados racionalizan la producción. Un plan lógico, económico (barato), transformador, pero que está lejos de las expectativas sociales actuales. Los capitalistas también se dan cuenta del poder de esta estructura, pero cuando estas unidades son gestionadas de modo empresarial son un desastre, una forma de introducir la privatización, aumentar los costes y disminuir servicios. Esto es debido a que ni son unidades, ni gestionan ni son independientes.
La propiedad privada está demasiado protegida por los medios represivos, por lo que un inicio posible sería separar a los políticos, que suelen ser empresarios, de sus cargos políticos. Echarlos de los ayuntamientos, instituciones y cargos.
Una Asamblea de Distrito que organizase una Comisión de Sanidad podría tener posibilidades de introducir algunos cambios, sobre todo en la cartera de servicios y los conciertos con otras instituciones, pero la política general está marcada por el estado y la Ley de Sanidad. Como posibilidad reconocemos un gran potencial.
Publicado 5.5.2015, última edición 8.5.2015