Que nuestro estimado gobierno del Partido Popular no es muy amigo de la gente que se manifiesta es algo conocido por todes nosotres. Que la señora delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, tiene una opinión peculiar sobre los derechos civiles también lo sabemos. Así que, por desafortunado que sea, que ahora intenten limitar el derecho de manifestación no nos sorprende. Pero sí que nos entristece.
Según comentan en Público, la señora Cifuentes hace poco que ha afirmado que la ley que regula el derecho de manifestación es muy permisiva (sic) y que debería ser modulada para racionalizar mejor el uso del espacio público. ¿Su argumento? Pues que en Madrid hay demasiadas manifestaciones (casi 2.200 en lo que va de año). Pero yo me pregunto: ¿se puede hablar de demasiadas manifestaciones? ¿No es acaso un derecho que tenemos les ciudadanes del Estado español? Nos manifestaremos cuando queramos y cuantas veces creamos convenientes, digo yo.
Pero ni el PP ni la señora Cifuentes parecen pensar de este modo. Para la señora delegada del Gobierno, el derecho a manifestarse ha de respetar el derecho que tiene el resto de ciudadanes a pasear tranquilamente por la calle (como si ahora ella fuera la defensora del pueblo, o mejor dicho, la defensora de les viandantes). Pero va más allá, porque también aseguró que la ley que regula el derecho es muy vieja por ser de 1983 (y yo me pregunto, entonces, cómo de vieja es nuestra Constitución que permite la existencia de la Casa Real).
Eso sí, la señora Cifuentes se ha esmerado en dejar claro que su intención no es la de recortar los derechos civiles, sino modular un derecho que necesita ser racionalizado. Ella misma afirmó que el tema requerirá de un amplio consenso, aunque lo cierto y verdad es que para el Partido Popular la palabra consenso se limita a un color: el azul.