Hoy desde el equipo de redacción de Regeneración queremos publicar esta pequeña nota, mostrando nuestra emoción por la puesta en libertad del compañero Nahuel. Este se encontraba en la cárcel de Aranjuez hasta el día de ayer, habiendo pasado por otras cárceles anteriormente, y desde el 4 de noviembre de 2015 cuando fue detenido junto a otros/as compañeros/as del colectivo Straight Edge Madrid en el marco de la operación policial Ice.
Esta operación orquestada desde el Ministerio del Interior, entraba en la estratégica represión organizada desde las instancias del poder que pretendía deteriorar la imagen de los colectivos políticos en lucha y referentes en estos últimos años por mantener una táctica de tomar las calles como único camino de lucha y el empoderamiento popular creando redes de respuesta al capitalismo.
Nahuel y el colectivo Straight Edge, para quienes aún no lo conozcan, se posicionaban políticamente contra el consumo de tabaco, drogas, alcohol, y también en defensa del antiespecismo. Sus acciones por lo tanto entraban en el ámbito de la didáctica y concienciación social sobre este importante aspecto contra el consumo.
Nahuel es el único integrante de este colectivo que, acusado de pertenencia a organización terrorista, y alegando los tribunales falta de arraigo por sus raíces latinoamericanas (a pesar de convivir en el Estado español hace muchísimo tiempo), le han mantenido perversamente casi 500 días encerrado, gran parte de ellos incomunicado y con desproporcionadas represalias dentro de la cárcel.
Se han sumado sobre él, todas las características de venganza social que el sistema penitenciario y judicial español vienen demostrando desarrollar. Es una gran mentira que las cárceles sean lugares de reinserción social, sino que las cárceles son las jaulas de castigo de los pobres de esta sociedad, y se convierten en correccionales desproporcionados si te muestras disconforme con las desigualdades. Además, en este país con la excusa del terrorismo se reprime indiscriminadamente a la contestación social.
Desde aquí le enviamos a Nahuel un fuerte saludo, y también, por supuesto a su familia, que desgraciadamente les ha tocado pasar por esta situación inhumana y de venganza represiva. Se han convertido en ejemplo humano de lucha y de solidaridad. Ahora toca dejarse cuidar y disfrutar de la libertad mientras se sigue preparando la defensa del juicio para conseguir la absolución total.
