Para el día de hoy traigo una entrevista a Natalia Ferrari. Mujer, activista, feminista y prostituta residente en Barcelona.
La intención de la entrevista es aportar un punto de vista más al debate clásico del feminismo: cómo debe posicionarse dicha ideología con respecto a la prostitución.
Esperamos que sirva para generar debate y crítica constructiva.
Cuéntanos un poco acerca de tu historia. Cómo te inicias en este mundo, cómo reaccionan tus allegados a esta decisión o cómo te sientes durante ese tiempo…
Dejo el instituto a los 13 porque no estaba de acuerdo con el sistema educativo y a los 16 empiezo a trabajar. Estoy unos días en un Mcdonalds y lo dejo, lo mismo trabajando como teleoperadora. De ahí pasé a trabajar de seguridad y atención al público en un museo, que fue mi trabajo más largo. Mientras tenía ese trabajo estaba haciendo voluntariado en una ONG de derechos animales y sentía que estar en el museo me consumía todo el tiempo y energía que quería usar para lo que verdaderamente me importaba. Así que decidí dejarlo y buscar alternativas. Encontré más de lo mismo: trabajos feminizados con condiciones precarias que no me aportaban nada a mi desarrollo personal. Pensando en otras opciones la prostitución apareció como una propuesta laboral más. Me convencieron las condiciones que me aportaba y decidí probarlo.
Tengo la suerte de tener un entorno muy cercano con quien comparto valores y que me conocen completamente. Desde el primer momento en que empiezo a considerar este trabajo decido compartirlo. Siempre he recibido apoyo y no he sentido la necesidad de ocultarlo. Es un trabajo que tiene sentido con mi identidad y no hubo ninguna sorpresa para ellos.
Al principio tenía miedo. No sabía muy bien cómo sería, me sentía insegura conmigo misma y no tenía claro qué esperar por parte del cliente. Lamentablemente es muy popular la idea (de boca de gente que no es puta) de que el cliente es un hombre malvado y nuestro papel es ser sumisa y consentir abusos. Esto es muy peligroso porque normaliza las agresiones y confunde a las chicas que empezamos a trabajar y no tenemos herramientas o conocidas que nos ayuden a ver que eso no es así. Por suerte, con el primer cliente tuve clarísimo que la posición de poder en la relación pertenece a la puta y que cuando el cliente paga recibe lo pactado. No tiene derecho a exigir nada y no es mi posición consentir la misoginia de nadie. Durante esos comienzos me sentía con muchas ganas de trabajar, había descubierto un mundo nuevo que me gustaba mucho y me lamentaba no haber empezado antes.
¿En qué momento descubres el feminismo y de qué forma influye en tu día a día y en tu trabajo?
Supongo que lo descubro haciendo activismo en la ONG de derechos animales. Estoy rodeada de gente que quiere crear un cambio positivo en el mundo, con un sentido crítico, que se preocupa por las problemáticas sociales. En ese momento tenía 19 y para mí fueron muy importantes esos años en mi vida.
El feminismo empieza calando primero en mi relación conmigo misma y luego con mis ex parejas. Me empiezo a dar cuenta del origen de las inseguridades que tengo con mi cuerpo y empiezo a detectar que las relaciones que había tenido eran tóxicas. Incluso me atrevo a poner la palabra “violación” sobre agresiones por parte de novios que en su momento no supe entender así.
En mi trabajo el feminismo es una herramienta fundamental para poder trabajar en condiciones éticas. Como he dicho antes, no es aceptable que un hombre se crea con derecho a abusar de ti porque te esté pagando. El feminismo nos ayuda a identificar actitudes machistas y elegir mejor a los clientes, reclamar derechos, negarnos a tener una doble vida, re apropiarnos de la palabra “puta” con orgullo, poner y exigir nuestras condiciones a la hora de pactar las citas. Leyendo a compañeras feministas y trabajadoras sexuales es cuando empiezo a declararme como sujeto de derecho con capacidad de decidir libremente sobre mi cuerpo y mi sexualidad y no dejar que me cosifiquen o me quieran tratar como un trozo de carne en venta. Esto último ya lo tenía asumido en la práctica, pero no me daba cuenta de la importancia de hacerlo público. He visto una sororidad increíble entre mis compañeras y muchísima fuerza como mujeres siendo una minoría discriminada. El trabajo sexual necesita al feminismo, y el feminismo necesita a las trabajadoras sexuales.
Hemos leído que eres muy selectiva en cuanto a clientes se refiere. Que pones normas para el disfrute mutuo y descartas si esa persona no te transmite confianza.
¿Estamos hablando de que puede existir una prostitución en la que la trabajadora asuma totalmente las riendas de su trabajo?
La prostitución sin relaciones pactadas no es prostitución. Todas elegimos a nuestros clientes y todas tenemos normas. Cuando alguien es forzada a aceptar clientes que no quiere estamos hablando de explotación laboral, trata o violaciones, y eso es delito. Cuando una mujer acepta clientes que no quiere porque la alternativa es no pagar el alquiler, estamos hablando de casos de vulnerabilidad extrema en un sistema que no aporta soluciones a la pobreza, y esto recordemos que también pasa en otros trabajos como el sector doméstico, la agricultura o la construcción. Las putas empoderadas no somos una excepción. Cada vez salen más testimonios de chicas diciendo lo mismo: elegimos a nuestros clientes y hacemos lo que nosotras queremos.
Es bien sabido que dentro del movimiento feminista hay un debate interno acerca de la prostitución. Por ejemplo, Beatriz Gimeno dice:
“La prostitución tiene que ver con la igualdad y no con el sexo. Los hombres no compran un cuerpo, ni sexo, sino una fantasía de dominio y masculinidad tradicional”.
¿Cuál es tu visión sobre esta afirmación?
Se puede decir exactamente lo mismo del matrimonio heterosexual. Está claro que vivimos en una sociedad machista y patriarcal y eso influencia nuestras relaciones personales y laborales. Pero de la misma manera que la historia demuestra que el matrimonio ha evolucionado y ya no es exclusivamente una unión en donde el hombre adquiere dominio absoluto sobre su esposa, con la prostitución pasa lo mismo. No voy a negar que existe lo que describe Beatriz, pero no es justo mostrarlo como el retrato único de la prostitución porque es mentira. Pueden existir relaciones éticas entre putas y clientes. El problema no es la prostitución, igual que no lo es el matrimonio, el problema es el machismo y se puede trabajar contra ello sin necesidad de silenciar las voces de todas las prostitutas que pedimos derechos.
Las prioridades biológicas nos incitan a querer mantener relaciones sexuales, pero con la mercantilización del sexo que conlleva la prostitución (entendiendo mercantilización como relación de consumo) esta puede fácilmente ‘elitizarse’, en tanto que los consumidores pertenezcan a clases más apoderadas.
Dicho en otras palabras. ¿Puede existir una prostitución no clasista o a la que también puedan acceder las clases populares?
En el sexo no mercantilizado también existe el derecho a “negar sexo”, nadie folla con quien quiere ni cuando se le antoja. No creo que el sexo tenga que ser un derecho que estemos obligados a dar para asegurarnos que todos puedan conseguirlo, esto es contrario a las libertades personales. Todo el mundo elige con quien folla teniendo en cuenta muchos factores diferentes, como la belleza física o la inteligencia. ¿Acaso tú follas con cualquier persona que te demande sexo? Las prostitutas decidimos poner otro tipo de condiciones, igual de legítimas.
En relación a la pregunta anterior. ¿Crees que la prostitución nace en base a una relación de poder desigual, o por el contrario puede existir una prostitución “horizontal” en donde consumidora y trabajadora sexual estén al mismo nivel?
Todos los trabajos nacen desde una relación de poder desigual en el momento en el que alguien necesita dinero. Sin embargo, la prostitución te permite un crecimiento profesional que no obtienes de otros trabajos, además de la posibilidad de trabajar de forma independiente sin que un tercero se enriquezca con tu mano de obra. Creo que la prostitución puede existir con condiciones éticas, tanto como en el resto de trabajos. El problema es que la situación actual nos hace terriblemente vulnerables a todo tipo de violencia y explotación que en muchos casos ni siquiera tienes capacidad de denunciar. Pero la solución a eso es despenalizarla y normalizar el trabajo como uno más para garantizarnos los derechos y la seguridad que el resto de trabajadores tienen.
¿Qué puedes aportar al feminismo desde tu experiencia y tu óptica en esta profesión?
Me parece fundamental entender que en el feminismo formamos parte las trabajadoras sexuales, las agresiones a las putas, son agresiones a todas las mujeres. Muchas veces leo, por parte de feministas, relatos brutales de hombres abusando de prostitutas y me quedo horrorizada con la normalización que se hace de esas agresiones. Como si ese fuera el papel de la puta y lo “normal” es que un hombre nos trate con desprecio y se salga con la suya. Nuestro trabajo no es ser sumisas frente a hombres misóginos. No debería ser aceptable jamás el mensaje de que está bien maltratar a algunas mujeres.
¿Crees que existe cierto desconocimiento hacia la profesión por parte de los colectivos feministas, que se cae rápidamente en estigmas y prejuicios?
No tengo ninguna duda de ello. Por ejemplo, parece que siempre es necesario soltar la cifra de que el 90% son víctimas de trata, cuando esa cifra es completamente falsa y de hecho la ONU dice que son solo un 15%. Es muy fácil repetir lo que te han contado pero parece que poca gente decide informarse sobre las consecuencias que tiene sobre nosotras la penalización de nuestro trabajo. Lo recoge muy bien Amnistía Internacional, las ONGs Ammar y REDTRASEX acaban de sacar un informe sobre la violencia institucional en Latinoamérica, la ONG NSWP tiene otro informe que analiza el impacto del modelo sueco o modelo nórdico, GRETA deja constancia de la necesidad de diferenciar a putas de víctimas de trata, también las organizaciones en contra de la trata que apoyan la propuesta de Amnistía Internacional de despenalizar el trabajo sexual, la trabajadora sexual y activista Toni Mac tiene una charla en TED que expone el impacto de todos los modelos legales. La información está ahí, pero muy a mi pesar se sigue escuchando más a las personas que no son putas que a nosotras.
En un mundo en donde el cuerpo es el objeto de consumo. ¿No crees que la prostitución pueda acentuar los cánones de belleza?
Una de mis inseguridades al comenzar a trabajar era no sentirme lo suficientemente atractiva para poder ser puta. Hasta cierto punto me he dado cuenta que eso no es así aunque sí creo que es un trabajo que exige un grado de feminización. Puede que yo no me maquille, ni use tacones, y me de igual cuanto peso, pero aun así tengo que depilarme y controlar mi vestuario. Sé que si no lo hiciera tendría menos clientes. Recuerdo un día que publiqué una foto en donde tenía gafas, un gorro negro y actitud masculina y un cliente me canceló la cita diciendo que parecía una “bollera grunge”. Todas tenemos la presión de encajar hasta cierto punto en los cánones de belleza, las putas no nos libramos de ello, pero no creo que lo acentuemos ya que no tenemos ese poder de influencia desde la marginalidad.
De alguna forma todos estamos condicionados como clase obrera a retribuciones injustas, jornadas laborales desmedidas y un compendio de problemas que nacen de un sistema productivo injusto. ¿Crees que estás en la prostitución porque no hay una alternativa mejor?
Soy prostituta porque es el trabajo que mejor se ajusta a mi identidad y mis intereses. Creo que la pregunta intenta empujarme a que acepte una condición de víctima, y esa es una postura equivocada y fuera de lugar. Quizás es hora de entender que el trabajo sexual es un trabajo más, y no una anomalía del sistema.
Si es así. ¿Te mantendrías en la prostitución si el sistema productivo fuese otro y no estuvieras tan condicionada por elementos externos (especialmente agentes económicos)?
Creo que te estás equivocando. Estás hablando con una persona que elige a conciencia la prostitución. He evolucionado profesionalmente para conseguir y mantener unas condiciones que considero justas y hacer lo que me da la gana en mi trabajo. No es una cuestión puramente económica, como se intenta señalar en esta pregunta. Me gustaría que la gente se diera cuenta de que este tipo de preguntas solo se nos hacen a las putas, y que os cuestionarais por qué os cuenta tanto entender que haya mujeres a las que les guste follar con desconocidos a cambio de dinero con las condiciones pactadas por mutuo acuerdo.
¿Qué opinión te merece el mundo del porno? ¿Crees que puede hacerse porno feminista?
El porno feminista existe puesto que hay productoras que trabajan en condiciones laborales éticas, en donde la mujer es un sujeto activo en la relación, en donde se incluye diversidad en deseos, cuerpos, géneros o sexualidades. Existen productoras creando un contenido maravilloso que están luchando por hacerse visibles. Ejemplos que me vienen a la cabeza: Abby Winter, TrenchcoatX, Kink, Lucie Blush, Four chambers, Ersties, CrashPadSeries, Beautiful Agony. Es muy importante entender que el porno no es únicamente lo que vemos en la página de inicio de “Pornhub” y además de las productoras haciendo contenido diferente, hay muchas personas que se dedican a crear y distribuir vídeos desde su casa con su web cam y eso también es porno.
En la misma línea. ¿Crees que hay mejor consideración hacia las trabajadoras del porno que hacia las prostitutas?
El estigma “puta” nos afecta a todas. Hace poco vi una noticia de un grupo de padres que se organizó en un colegió para pedir la expulsión de una niña porque su madre había hecho porno. Este tipo de discriminación social lo sufrimos todas las trabajadoras sexuales. Pero es verdad que hay una especie de jerarquía en donde la prostitución está posicionada como si fuera lo peor para una mujer. La diferencia es que la prostitución sucede en la clandestinidad y el porno es una industria “glamurizada”. En el porno hay entregas de premios, interés mediático y un endiosamiento hacia las actrices y actores. Si buscas prostitución en cualquier medio te saldrán noticias relacionándola con delitos de drogas o trata.
Muchas gracias a Natalia Ferrari por la atención y las respuestas.
Twitter: https://twitter.com/nataliaxferrari
Página web: http://www.nataliaferrari.com/